La industria automotriz china se encuentra en un momento decisivo, donde la transición hacia la movilidad eléctrica se ha convertido en una prioridad estratégica. En medio de este cambio transformador, dos nombres sobresalen: BYD y Li Auto, los únicos fabricantes de vehículos que han logrado rentabilizar sus negocios de eléctricos, según advierte Song Zhiping, presidente de la Asociación China de Empresas Cotizadas (CAPC).
Durante su discurso inaugural en la Cumbre China Bridge, Zhiping ha señalado que, si bien los vehículos de combustión siguen generando mayores beneficios en la actualidad, la movilidad eléctrica es esencial para el futuro de la industria. Esta declaración subraya el dilema al que se enfrentan los innovadores en un mercado en constante evolución.
La Rentabilidad de BYD y Li Auto
Las cifras presentadas por Zhiping son contundentes. BYD, uno de los líderes en la electrificación del transporte, logró un incremento interanual del 337% en sus exportaciones durante el año pasado, alcanzando las 243.000 unidades vendidas.
Además, en el primer semestre de 2024, la compañía ha vendido 1.607 millones de vehículos enchufables en todo el mundo, lo que representa un aumento interanual del 28%, con más de 203.000 unidades destinadas a la exportación, un crecimiento interanual del 173,8%.
Por su parte, Li Auto también ha demostrado su capacidad para generar rentabilidad. En 2023, la compañía registró ingresos de 123.850 millones de yuanes (15.669 millones de euros), lo que supone un incremento interanual del 173,5%. Asimismo, su beneficio neto se ubicó en los 11.810 millones de yuanes (1.494 millones de euros), lo que representa un margen de beneficio del 9,5%.
Las Pérdidas del Resto del Sector
Mientras que BYD y Li Auto han logrado rentabilizar sus negocios de vehículos eléctricos, otras empresas pioneras en este mercado, como Nio y Xpeng, no han tenido el mismo éxito. A pesar de que los ingresos de Nio se dispararon casi un 13% en 2023, llegando a los 55.600 millones de yuanes (7.032 millones de euros), sus pérdidas aumentaron en una mayor proporción, concretamente un 45%, hasta los 20.720 millones de yuanes (2.620 millones de euros). Esto se tradujo en una pérdida media por vehículo de 100.000 yuanes (12.649 euros).
En el caso de Xpeng, si bien sus ventas de automóviles repuntaron en 2023, también lo hicieron sus pérdidas. Sus ingresos fueron de 30.680 millones de yuanes (3.880 millones de euros), mientras que sus pérdidas netas se situaron en 10.380 millones de yuanes (1.313 millones de euros).
Estos datos ponen de manifiesto que, más allá de BYD y Li Auto, el resto de fabricantes chinos de vehículos eléctricos aún no han logrado alcanzar la rentabilidad en este segmento, lo que representa un desafío para la industria automotriz china en su conjunto.