El Ayuntamiento de Madrid trata de poner solución a los problemas reales de los ciudadanos. El turno ha sido para la movilidad urbana para las personas con discapacidad, especialmente para quienes están atados a una silla de ruedas y buscan un eurotaxi y VTC adaptados. Hasta ahora había dos grandes retos en la búsqueda de una solución para estas personas que necesitan de forma urgente o cotidiana un eurotaxi y poder desplazarse con mayor comodidad por la ciudad.
La ordenanza municipal de Madrid exige que los eurotaxis y vehículos con licencia VTC tuvieran etiqueta ‘O’ o ‘Eco’ de la DGT. Esta restricción, única entre las grandes capitales de Europa, podía ser muy loable en términos medioambientales, pero ineficiente en términos de derechos para las personas con movilidad reducida. El grave problema es que no hay vehículos eléctricos adaptados y sus modificaciones son altamente costosas a la hora de pedir la homologación a la DGT y pasar la correspondiente Inspección Técnica de Vehículos (ITV).
SIN COCHES ‘ECO’ O ‘CERO’: NO EXISTEN
Ante este escenario, el parque de eurotaxis y de VTC adaptadas disminuyó con fuerza en Madrid. «¿Quién iba a comprar un vehículo con estas condiciones?», reflexionan fuentes del sector del taxi y de las VTC a preguntas de Diario Qué!. Para solucionarlo, el Ayuntamiento de Madrid, a través del concejal de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad, Borja Carabante, ha rebajado los requisitos a este tipo de licencias para dar un servicio adecuado a las demandas de las personas con discapacidad motora.
Se trata de una modificación necesaria en la Ordenanza del Taxi, pero aún tendrá que esperar para que sea una realidad dado que está en fase de tramitación. Con el distintivo ambiental C para los eurotaxis, el Consistorio favorece la implementación de eurotaxis. «La medida es una exigencia de Bruselas y el Consistorio no tiene más remedio que llevar a cabo la modificación», han apuntado fuentes del sector, que insta que los eurotaxis y vehículos con licencia VTC deben tener una cuota mínima del 5% y facilitar así el transporte de las personas con movilidad reducida. «Bienvenida sea esta ordenanza», destacan las mismas fuentes.
UN SECTOR SENSIBLE CON LAS PERSONAS DE MOVILIDAD REDUCIDA
«Todos somos sensibles a las dificultades que tienen estas personas», han señalado. «Somos los responsables de hacerles la vida más fácil, sea en eurotaxis o en VTCs, y para ello haya que adaptar también las principales paradas de taxi para estas personas, así como las de todo el Metro», han apuntado. En este sentido inciden en que el Ayuntamiento de Madrid «es el único que exige únicamente etiquetas Eco o cero emisiones para estos vehículos en toda Europa». Una excepción que dejará de existir con el cambio de Carabante.
Este hecho es un grave «inconveniente» porque los fabricantes de vehículos no disponen de vehículos adaptados para este tipo de etiquetas medioambientales. «Hay algunos modelos, pero son furgonetas eléctricas, pero sin rampa ante la imposibilidad de instalarlas debido al propio diseño del coche», han indicado. En este sentido, cabe destacar que los vehículos eléctricos tienen la hilera de la batería anclada al chasis, siendo imposible la instalación de una rampa.
«O se destruye y se reconstruye el vehículo o no hay solución», han sostenido. «Solo existen vehículos adaptados con ‘etiqueta C’», han ahondado. Son de gasolina y caros en algunos casos. «La oferta de eurotaxis y VTC adaptados es inexistente», han apuntado.
MADRID DISPONE DE DOS EUROTAXIS POR CADA 100 LICENCIAS
Estos vehículos disponen de una subvención o ayuda pública para su compra. Según las fuentes del sector consultadas, las subvenciones pueden llegar entre los 15.000 y 20.000 euros por vehículo. Actualmente, en el área trabajan 366 eurotaxis de los 15.518 que tiene la flota, es decir, el 2,3% del total. De esta forma, la flota tendrá que duplicarse para dar cumplimiento a la directiva europea.
«No podemos dar la espalda a personas de movilidad reducida, pero tampoco poner palos en las ruedas para la adopción de estos vehículos», han indicado. La homologación supone entre 4.000 y 5.000 euros para la instalación del gas, por ejemplo, súmase después el coste de poner la rampa. De ahí la inviabilidad de poner un vehículo adaptado.
Por ello, las fuentes del sector instan al Ayuntamiento a hablar con el taxi y con las VTCs, pisando la calle y estudiar el problema de cerca. «No se ha contado con las asociaciones de profesionales que conocemos este asunto», han indicado.
DA LA SENSACIÓN DE QUE SE HAN OLVIDADO DE LAS PERSONAS CON CAPACIDAD REDUCIDA
Para las VTCs corre más prisa porque es obligatoria la modificación antes del 1 de enero de 2025, pero tampoco hay un gran movimiento en el sector. «Da la sensación de que a nadie le importa este tipo de personas», han señalado. Muestra de ello, es que muchas VTCs denegaban o rechazaban los servicios para este tipo de personas y ahora se exige al menos un 90% de aceptación para todos los conductores, pero no se vigila de forma adecuada, creando así un «perjuicio para las empresas y ciudadanos».
La tramitación de esta ordenanza se encuentra en este momento en fase de consulta pública y se aprobará tres meses antes de que acabe el año, dando un tiempo muy corto a las licencias para adaptarse a los cambios ya que entrará en vigor antes de fin de año, para cumplir con los planes de Bruselas.
El Ayuntamiento afirma que ha mantenido dos reuniones con las asociaciones, pero sin que se hayan sacado conclusiones, más allá de la inexistencia de este tipo de vehículos eléctricos adaptados. Eso sí, se harán controles para que todo esté homologado y para ello, la Policía Municipal se empleará a fondo una vez se apruebe la normativa.
