En las carreteras españolas, una práctica común ha generado un intenso debate sobre seguridad vial y legalidad: el aviso de radar entre conductores. Este hábito, que muchos consideran un acto de solidaridad, se encuentra en una zona gris legal que ha llevado a confusión y controversia. Desde las tradicionales ráfagas de luz hasta las modernas aplicaciones móviles, los conductores han desarrollado diversos métodos para alertar sobre la presencia de controles de velocidad. En este artículo, desentrañaremos la compleja realidad detrás de esta práctica, examinando su legalidad, las posibles sanciones y el impacto en la seguridad vial.
4Las consecuencias de dar aviso por un radar
Las sanciones por avisar de la presencia de radares pueden variar significativamente en función de las circunstancias y el método utilizado. Están las multas básicas que, por lo general, las sanciones por avisar de un radar mediante ráfagas de luz o gestos pueden oscilar entre los 100 y los 200 euros.
También hay sanciones agravadas en casos donde se considera que el aviso ha puesto en peligro la seguridad vial, la multa puede ascender hasta los 500 euros. Asimismo, en casos extremos, se han dado situaciones donde las multas han alcanzado cifras exorbitantes. Un caso notable involucró a miembros de un grupo de WhatsApp que fueron multados con 30.000 euros cada uno por compartir sistemáticamente la ubicación de controles policiales.
Es importante destacar que la severidad de estas sanciones no solo busca castigar la acción en sí, sino también disuadir una práctica que las autoridades consideran perjudicial para la seguridad vial. El argumento es que, al evitar que los conductores sean sorprendidos por los controles, se reduce la eficacia de estos como medida preventiva.