Stellantis, el grupo automovilístico multinacional, ha presentado recientemente su ambiciosa estrategia de electrificación, que incluye la introducción de 65 modelos eléctricos y electrificados de 11 marcas diferentes. Esta iniciativa forma parte del plan «Dare Forward 2030» de la compañía, cuyo objetivo es reducir la huella de carbono en un 50% y aumentar significativamente la venta de vehículos de baterías eléctricas (BEV) para el año 2030.
El director de Stellantis Iberia, Pablo Puey, ha detallado los principales aspectos de esta estrategia, resaltando la importancia de España como un actor clave en el proceso de electrificación del parque automovilístico. Además, ha abordado la necesidad de políticas más sencillas y eficientes para facilitar la adopción de vehículos eléctricos, tanto a nivel individual como empresarial.
La Clave de la Electrificación: Tecnologías y Plantas de Producción
Stellantis ha desarrollado una gama diversificada de tecnologías electrificadas, que incluye hibridación suave, híbridos enchufables y modelos 100% eléctricos. Estos últimos se producen en las tres plantas de la compañía en España, ubicadas en Madrid, Vigo y Zaragoza, lo que convierte a nuestro país en un actor clave para la estrategia de electrificación del grupo.
Según Puey, Stellantis cuenta con una cuota de liderazgo en el mercado de vehículos comerciales eléctricos, alcanzando el 36,6% de participación. Además, la compañía ha instalado plantas fotovoltaicas y eólicas en sus instalaciones, lo que demuestra su compromiso con la sostenibilidad y la producción de energía limpia.
Políticas Públicas: La Clave para Acelerar la Adopción de Vehículos Eléctricos
Uno de los principales desafíos que enfrenta España en materia de electrificación del parque automovilístico es la falta de una infraestructura de recarga adecuada, con solo 610 puntos de recarga públicos por cada millón de habitantes.
Puey ha señalado que «hay un camino necesario para mejorar la infraestructura» y que el problema de las emisiones de CO2 y la contaminación proviene del parque automotor antiguo.
En este sentido, el directivo ha destacado la necesidad de políticas públicas más sencillas y eficientes, como las implementadas en Portugal, donde las empresas pueden deducir el IVA de forma inmediata al adquirir un vehículo eléctrico, sin tener que presentar una gran cantidad de documentación. Puey ha enfatizado que «ese tipo de políticas, las políticas simples, inmediatas, ayudan a no tener que estar creando un producto financiero para compensar y dar tranquilidad al cliente».
Además, ha hecho hincapié en la importancia de «políticas estables» en torno a los programas de incentivos, como el Moves III, para brindar certeza a los consumidores y empresas interesadas en la adquisición de vehículos eléctricos.
En resumen, la estrategia de electrificación de Stellantis demuestra el compromiso del grupo automovilístico con la movilidad limpia y sostenible, y el papel clave que desempeña España en este proceso. Sin embargo, para acelerar la adopción de vehículos eléctricos, se requiere de políticas públicas más eficientes y estables, que faciliten la transición hacia una movilidad más respetuosa con el medio ambiente.