El cannabidiol (CBD) es uno de los muchos compuestos químicos, conocidos como cannabinoides, que se encuentran en la planta de cannabis. A diferencia de su hermano mayor, el tetrahidrocannabinol (THC), el CBD no produce efectos psicoactivos, es decir, no causa la sensación de «subidón» asociada con el uso de marihuana. Es importante mencionar que en los últimos años, el CBD ha ganado gran reconocimiento por sus innumerables bondades para la salud, siendo utilizado en una amplia diversidad de productos como aceites, flores y hachís.
¿Pero qué es exactamente el CBD?
Llegados hasta aquí, seguramente te estarás preguntando que es cbd. Pues bien,
para explicártelo con fiel precisión recurriremos a la historia, aunque desde ya te adelantamos que se trata de uno de los más de 100 cannabinoides presentes en la planta de cannabis. Fue aislado por primera vez en 1940 por los investigadores Adams, Todd y Wolff. extrayendo con éxito cristales de CBD de una muestra de cannabis tras exhaustivas pruebas y allanando el camino para una investigación más profunda sobre sus posibles usos terapéuticos.
Su pionero trabajo distinguió finalmente al CBD como un compuesto propio y único que interactúa con el sistema endocannabinoide del cuerpo, un sistema complejo de señalización celular que representa un gran protagonismo en la regulación de funciones como el sueño, el dolor, el estado de ánimo y el sistema inmunológico.
Una larga trayectoria
No cabe duda de que el CBD ha recorrido un largo camino desde que se descubrió su potencial terapéutico. Las primeras investigaciones sobre los usos médicos del CBD comenzaron en las décadas de 1970 y 1980. Durante estos años, los científicos empezaron a indagar acerca de cómo este compuesto no psicoactivo del cannabis podría utilizarse para tratar diversas condiciones médicas.
Un hito significativo en la historia del CBD ocurrió en 1985, cuando se aprobó el primer medicamento con CBD en el Reino Unido. Este hecho marcó un avance importante, ya que permitió a los investigadores y médicos comenzar a entender y aplicar los beneficios del CBD en tratamientos médicos más estructurados.
Por otra parte, la década de 1990 fue un periodo crucial para la investigación del CBD. En esta época, los investigadores descubrieron el sistema endocannabinoide humano, un sistema complejo de señalización celular que desempeña una importante función en la regulación de diversas funciones fisiológicas, como el dolor, el humor y el sueño.
A partir de la década de 2010, la legalización del cannabis en varias partes del mundo desencadenó un explosivo reconocimiento del CBD. Con el acceso legal y la creciente aceptación social del cannabis, el CBD hizo acto de presencia como una excelente «panacea» para el bienestar general. La gente empezó a usarlo para tratar una gran pluralidad de problemas de salud, desde el dolor crónico y la ansiedad hasta problemas de piel y trastornos del sueño. La legalización aparte de facilitar el acceso al CBD, también sirvió para estimular una ola de investigación y desarrollo en productos derivados del cannabis. Veamos algunos de ellos a continuación.
Flores de CBD
Las flores cbd provienen de la planta de cáñamo y son las partes de la planta que contienen los niveles más altos de cannabidiol. Cabe señalar, que a diferencia de las flores de marihuana, los cogollos de CBD contienen menos del 0,2% de THC, es decir, no causan efectos psicotrópicos.
Estos cogollos pueden fumarse, cocinarse o vaporizarse o incluso cocinarse para obtener los beneficios del CBD, siendo la vaporización uno de los métodos más rápidos de experimentar los grandes beneficios del cannabidiol. Por si no lo sabías, inhalando el vapor, el CBD se absorbe rápidamente en el torrente sanguíneo a través de los pulmones.
Por último, decirte que los cogollos están disponibles en un gran abanico de cepas, cada una con diferentes perfiles de terpenos y cannabinoides que influyen directamente en sus propiedades, en sus efectos y en su sabor.
Aceite de CBD
El aceite cbd, se elabora extrayendo CBD de la planta de cáñamo y diluyéndolo con un aceite portador, como el aceite de coco o el aceite de semilla de cáñamo. Es posible consumirlo de diferentes formas, aunque lo cierto es que elijas el método que elijas, seguro que acertarás.
- Sublingual (debajo de la lengua).
- Combinado con alimentos o bebidas.
- O aplicado tópicamente sobre la piel.
En cuanto a las variedades de hachís
Comentarte que el hachís se produce al comprimir las glándulas de resina de la planta, conocidas como tricomas, en un bloque sólido. Durante este proceso se concentra los cannabinoides y los terpenos, proporcionando un producto rico en CBD que puede fumarse, vaporizarse o usarse para hacer comestibles. ¡Lo que tú desees!
Aquí te dejamos algunas de los principales tipos de hachís
- Hachís seco: se produce separando y comprimiendo los tricomas de la planta de cáñamo sin el uso de disolventes. Es el más tradicional y suele tener una textura más suelta y granulada.
- Hachís de hielo o bubble hash: se crea utilizando agua helada para separar los tricomas de la planta. El hachís obtenido mediante este proceso ofrece una calidad muy elevada, una mayor concentración de CBD. y una textura más pegajosa.
- Charas: se consigue de forma manual, frotando las flores frescas de cáñamo. Los tricomas se adhieren a la piel y luego se raspan y forman una bola o bloque. Este tipo de hachís es muy frecuente en la India y Nepal.
- Rosin hash: para extraerlo, es preciso aplicar calor y presión a las flores de cáñamo o al hachís seco. No precisa de disolventes, de ahí su extrema pureza.
Para terminar, solo resta recordarte que absolutamente todos los productos CBD que adquieras en la segura y confiable plataforma de CBD Alchemy, pueden considerarse cien por cien seguros y efectivos. Sin ir más lejos, la FDA regula las alegaciones de comercialización de productos que contienen esta molécula para garantizar que se cumpla con las normas de seguridad y eficacia.