La pobreza energética es un problema cada vez más acuciante en España, afectando a millones de personas que se ven incapaces de mantener el confort en sus hogares durante todo el año. Un estudio realizado por Cruz Roja Española y la Cátedra de Energía y Pobreza de la Universidad Pontificia Comillas revela la magnitud de este fenómeno y sus devastadores efectos en la vida de las familias más vulnerables.
Cruz Roja Española atiende a más de 11,8 millones de personas anualmente, y según el estudio, más de 7 millones de ellos, es decir, más del 60%, sufren de pobreza energética. Esta dificultad se extiende más allá de los programas específicos de la organización, afectando a una gran parte de la población atendida.
Las consecuencias de esta situación son múltiples y alarmantes. Más del 85% de los hogares analizados se encuentran en riesgo de pobreza y/o exclusión social, principalmente por sus bajos ingresos. Esto se traduce en la incapacidad de mantener el confort en sus viviendas, tanto en invierno como en verano, un problema que aqueja al 60% de los encuestados. Ante este escenario, muchas familias se ven obligadas a restringir el uso de la calefacción o el aire acondicionado por «miedo a la factura», lo que se agudizó en 2022 debido a la inflación.
Impacto Social y Personal de la Pobreza Energética
La pobreza energética tiene un impacto significativo en diversos aspectos de la vida de las personas. Según el estudio, el 23% de los encuestados manifiestan problemas de salud relacionados con esta situación, y el 25% almacena productos inflamables en sus hogares, exponiéndose a riesgos de intoxicación o incendio. Además, el 27% reconoce retrasos en el pago de sus facturas, lo que a su vez desencadena un endeudamiento y recortes en otros gastos, como educación (31%) o vida social (67,2%).
Necesidad de Políticas Efectivas y Coordinación
A pesar de la existencia de medidas como el Bono Social Energético, el estudio revela que el 70% de los hogares encuestados no se benefician de estos apoyos, y un 57% desconoce el procedimiento para solicitarlos. Esto se debe, en parte, a las limitaciones de estas ayudas, que a menudo excluyen a familias en alquiler que cumplen los criterios sociodemográficos.
En este contexto, Cruz Roja Española recomienda ampliar la cobertura de los bonos sociales y otras políticas de mitigación a corto plazo, así como enfocar las medidas a medio y largo plazo en la humanización de la atención social y una mejor coordinación entre los diferentes actores involucrados en la lucha contra la pobreza energética.
La pobreza energética es un problema complejo que afecta a millones de personas en España, socavando su calidad de vida y bienestar. Este estudio revela la urgente necesidad de implementar soluciones integrales y coordinadas que aborden las raíces del problema y brinden un apoyo efectivo a las familias más vulnerables.