El «negging» o «pirop-hostia» es una técnica de manipulación en la que un cumplido aparentemente amable lleva una carga negativa oculta, destinada a minar la autoestima de la otra persona. Este método de seducción, popularizado en los años 90, busca crear inseguridad y dependencia emocional. Reconocer el negging es crucial para proteger nuestra autoestima y establecer relaciones saludables. Aquí te mostramos cómo identificar esta táctica y qué hacer para evitar sus efectos nocivos.
1El disfraz del halago envenenado
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El negging se presenta como un cumplido, pero siempre tiene un reverso negativo que provoca inseguridad. Frases como «qué bien te ves para tu edad» o «estás guapo/a, aunque no te hayas arreglado hoy» son ejemplos clásicos. Estos comentarios, aunque no insultan directamente, siembran dudas sobre nuestra apariencia o capacidades.
Al recibir un piropo envenenado, la víctima se siente confundida y empieza a cuestionarse aspectos de sí misma que antes no le preocupaban. Este es el objetivo del negging: desestabilizar emocionalmente a la persona para hacerla más vulnerable y manipulable. Es esencial analizar cómo nos hacen sentir estos «halagos». Si generan incomodidad o inseguridad, es probable que estemos siendo víctimas de negging. Identificar estos comentarios nos permite tomar conciencia de la manipulación y protegernos mejor.