Juanes viaja por Latinoamérica en su paso por Río Babel

Río Babel ocupa un lugar privilegiado dentro del calendario de festivales español. El evento se separa del resto de los festivales madrileños por su apuesta por la música latinoamericana y su primera fecha brillaba por tres nombres del nuevo continente de tres generaciones diferentes, Trueno, Juanes y Andrés Calamaro. Sumado a nombres de nicho pero muy queridos como Caloncho o Cardellino, así como una pieza clave dentro del indie español como lo es Nil Moliner, era un buen primer día a pesar de llegar un jueves. 

Pero los nombres más atractivos para los melómanos probablemente eran Trueno y Juanes. A diferencia de Calamaro o Nil Moliner, que pueden ser mucho más grandes pero que parecen estar siempre en alguna tarima de Madrid. Trueno, en cambio, viene celebrando su segundo gran disco, ‘El último baile’ que aún no pasa por Madrid y aunque Juanes sigue presentándose sobre todo con un arsenal de hits con más de 10 años desde su paso por la radio sigue siendo uno de los mejores guitarristas y compositores del pop de Latinoamérica y es fácil verlo como el plato fuerte del primer día.

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Lo cierto es que el colombiano no tenía una posición fácil. Era evidente que un alto porcentaje de los presentes estaban allí para verlo, sobre todo entre venezolanos y connacionales del autor de ‘La Camisa Negra’. Por fortuna, sus años de carrera le permiten saber cómo manejar una audiencia a gusto, cuando sacar a pasear algunos de sus temas clásicos y cómo presentar algunas de sus canciones más recientes sin que la audiencia pase demasiado tiempo esperando las canciones que realmente quiere escuchar. 

JUANES Y LAS ESTRELLAS DE ROCK DE ANTAÑO

Con una chaqueta vaquera sin mangas y con su guitarra en mano, el artista empezó con ‘Gris’ el primer sencillo de su disco más reciente, ‘Vida Cotidiana’ de 2023, antes de darle espacio al primero de sus clásicos, ‘Mala Gente. Tan solo unos 5 minutos en la tarima y el artista ya tenía tanto a melómanos como a nostálgicos en la palma de su mano. Durante todo el concierto, las canciones de sus dos grandes discos, ‘Un día normal’ de 2002 y ‘Mi Sangre’ de 2005 fueron especialmente aplaudidos y coreados por el público presente. 

Pero además, tanto la interpretación de ‘Nada valgo sin tu amor’ como la de ‘Fuego’ permitieron al artista recordar una pieza quizás en ocasiones ignorada del rompecabezas Juanes: Su habilidad como guitarrista. Cada vez que se aventuraban a un solo, a jugar con los ritmos o simplemente cambiar el tempo de una canción, el público, y el camarógrafo que alimentaba las dos pantallas, se sorprendían con su capacidad. Además de ser uno de los compositores con los instintos más afilados del pop rock latino, es uno virtuoso de la guitarra, y por momentos este factor incluso termina arropando sus cualidades como compositor pop. 

UN GRAN ARSENAL DE ÉXITOS

Pero lo cierto es que Juanes tiene un arsenal de hits que puede tocar en cualquier momento del concierto y hacer que el público se enganche a su presentación. Se podría llenar un artículo nombrándolos todos, pero en particular ‘Fotografía’, y la seguidilla de ‘Gotas de agua dulce’, ‘La paga’, ‘A Dios Le Pido’ y ‘Camisa Negra’ sirvieron para acelerar a un público que ya estaba entregado y para cuando se despidió con ‘Me Enamora’ y la fiesta en la que transformó la tarima con ‘La Luz’ podía haberse quedado en tarima hasta la madrugada y el público hubiese seguido con él. 

Quizás de hecho este fue el mayor problema. Aunque verlo en un ambiente de festival es una buena oportunidad, lo cierto es que es fácil quedarse con ganas de más. En sus conciertos propios el colombiano no solo se atreve a sacar más canciones lejanas a sus hits, incluyendo algunos de la última etapa de Ekhymosis la banda don inició su carrera, sino que se permite pequeñas excursiones por la música de Latinoamérica, como ‘Rebelión’ de Joe Arroyo o ‘Querida’ de Juan Gabriel, pero apartando un fragmento de ‘La Bamba’ no hubo tiempo de hacerlo en un espacio de tiempo tan limitado como un set de festival.