En un momento crucial para la industria automotriz española, la fábrica de Ford en Almussafes (Valencia) y el sindicato UGT han alcanzado un acuerdo para aplicar un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) que afectará a casi 1.000 trabajadores hasta finales de este año.
Este acuerdo, sumado al Expediente de Regulación de Empleo (ERE) pactado previamente, busca resolver de manera definitiva el excedente de personal de la planta. Más allá de los detalles técnicos, esta negociación refleja la compleja situación que atraviesa el sector y las estrategias que se están implementando para preservar el empleo y la competitividad de la industria a largo plazo.
Además, las partes involucradas están trabajando en un mecanismo de transición que se aplicará a partir del próximo año, con el objetivo de proteger a los trabajadores hasta la llegada de un nuevo modelo de vehículo multienergía a la planta en 2027. Este nuevo acuerdo, que cuenta con el respaldo del Gobierno, busca encontrar un equilibrio entre la adaptación a los cambios tecnológicos y la preservación de los puestos de trabajo.
UN ERTE PARA ENFRENTAR LA SITUACIÓN ACTUAL
Según lo acordado, el ERTE tendrá una duración hasta el 31 de diciembre de este año y contempla 25 días de parada total, tanto para la producción de vehículos como de motores. Uno de los aspectos destacados del acuerdo es que los trabajadores afectados recibirán el 85% de su salario real, lo que representa un incremento con respecto a anteriores expedientes, donde el complemento de la empresa a la prestación de desempleo era del 80%.
Esto significa que los empleados mantendrán el 100% de sus pagas, vacaciones y antigüedad, lo que, en palabras del portavoz del sindicato UGT, Carlos Faubel, supone una «protección» para la plantilla. Asimismo, Faubel ha resaltado que este nuevo ERTE está «muy hablado» y «muy avanzado» con el Gobierno, lo que augura una mejor coordinación y un mayor respaldo para los trabajadores.
Cabe destacar que el representante sindical ha expresado su convencimiento de que, a partir del 1 de enero de 2024, los trabajadores recibirán un 90% de su salario, lo que demuestra los esfuerzos por mejorar las condiciones de los empleados afectados por este proceso de reestructuración.
UN MECANISMO DE TRANSICIÓN PARA PROTEGER EL EMPLEO
Más allá del ERTE, las partes involucradas están trabajando en la implementación de un mecanismo de transición que se aplicará a partir del próximo año. Según Faubel, este nuevo mecanismo será similar al programa RED (Mecanismo RED de Flexibilidad y Estabilización del Empleo), pero «adaptado a esta situación de manera sectorial y territorial».
El objetivo de este nuevo mecanismo es proteger a los trabajadores durante los próximos tres años, hasta que llegue a Almussafes la fabricación de un nuevo vehículo multienergía en 2027. Bajo este esquema, los empleados no consumirán desempleo y se les brindarán bonificaciones a la cotización a la Seguridad Social, lo que les permitirá «transitar» durante este periodo de transición.
Faubel ha enfatizado que este nuevo mecanismo tendrá un control por parte del Gobierno, tanto a nivel nacional como autonómico, lo que brindará «las máximas garantías» a los trabajadores. Asimismo, se desarrollarán planes de formación para preparar a la plantilla para los cambios que se avecinan, con el fin de «recuperar la actividad económica tan necesaria» para la comunidad una vez que se inicie la fabricación del nuevo modelo.
EL ERE Y LAS SALIDAS VOLUNTARIAS
Además del ERTE y el mecanismo de transición, la dirección de la fábrica y el sindicato UGT también han cerrado un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que afectará a 626 trabajadores. Según Faubel, el 70% de estas salidas se realizarán a través de prejubilaciones, mientras que el 30% restante corresponderá a bajas incentivadas con un premio extra de 40.000 euros.
El representante sindical ha destacado que «lo más importante era y es salvar» los cerca de 1.000 empleos que también forman parte del excedente de personal de la fábrica, y que en un principio se plantearon como despidos con opción de recontratación. Esto demuestra los esfuerzos por preservar el mayor número de puestos de trabajo posible.
Sin embargo, no todas las partes han firmado este acuerdo. El sindicato STM-Intersindical ha expresado su rechazo, argumentando que «de nuevo la plantilla vuelve a perder una importante parte de su salario diario real» y que no se garantiza el complemento salarial en caso de que los trabajadores tengan que consumir la prestación de desempleo tras cinco años de ERTE. Esto refleja la complejidad de las negociaciones y la necesidad de encontrar soluciones que satisfagan a todos los actores involucrados.
En resumen, el acuerdo alcanzado entre Ford y UGT en Almussafes representa un esfuerzo conjunto por enfrentar los desafíos que enfrenta la industria automotriz española. El ERTE, el mecanismo de transición y el ERE con salidas voluntarias buscan proteger el empleo y preparar a la plantilla para los cambios tecnológicos y productivos que se avecinan. Sin embargo, el rechazo de otros sindicatos muestra que aún quedan retos por superar para lograr una solución que satisfaga a todos los trabajadores.