En un momento de disputas legales por la propiedad de importantes sitios históricos, el Obispado de Mallorca se ha visto envuelto en una batalla por el Monasterio de Santa Isabel en la capital de la isla. Después de que la Audiencia Provincial fallara a favor de las monjas Jerónimas como propietarias legítimas del complejo, el Obispado ha decidido llevar el caso al Tribunal Supremo mediante un recurso de casación.
Este enfrentamiento legal revela la complejidad de la titularidad de ciertos bienes eclesiásticos, en particular aquellos que atravesaron procesos de desamortización en el pasado. La disputa por el Monasterio de Santa Isabel es un reflejo de la necesidad de aclarar estos asuntos de manera definitiva, respetando tanto el patrimonio histórico como los derechos de propiedad.
La Desamortización y el Conflicto de Propiedad
El Obispado de Mallorca ha insistido en que es el propietario legítimo de las tres fincas que componen el Monasterio de Santa Isabel, argumentando que en virtud de una Ley de 1860 adquirió el dominio de todos los monasterios desamortizados en la isla que aún no se habían vendido, incluido este. Además, señalaban que los bienes fueron posteriormente confiscados por el Estado en 1933.
Sin embargo, la Audiencia Provincial no aceptó estos argumentos y declaró que las propietarias originales de los tres inmuebles, antes de las desamortizaciones, eran las monjas Jerónimas. Según el fallo, con la Ley de 1860, la recuperación de la propiedad se produjo «a favor de quien, antes de tal desamortización, había sido el propietario», lo que en este caso correspondía a las religiosas.
La Audiencia también rechazó el argumento del Obispado sobre una supuesta posesión tolerada por parte de las monjas, basándose en la «numerosa documental» aportada por la congregación.
El Recurso de Casación del Obispado
Ante este revés judicial, el Obispado de Mallorca ha decidido interponer un recurso de casación ante el Tribunal Supremo, con el objetivo de revertir la sentencia de la Audiencia Provincial. La institución eclesiástica considera que la resolución previa «no se ajusta a derecho» y, por lo tanto, busca que el máximo tribunal del país analice y dictamine sobre la propiedad del Monasterio de Santa Isabel.
Esta movida legal del Obispado refleja su determinación por mantener el control sobre el complejo monástico, a pesar de la decisión favorable a las monjas Jerónimas. El resultado de este recurso de casación determinará finalmente la titularidad del Monasterio de Santa Isabel, un emblema del patrimonio histórico y religioso de Mallorca.
La disputa por la propiedad del Monasterio de Santa Isabel en Palma de Mallorca se ha convertido en un caso emblemático que pone de manifiesto la complejidad de los asuntos de titularidad de bienes eclesiásticos tras los procesos de desamortización. El Obispado, convencido de su legitimidad, ha decidido llevar el caso al Tribunal Supremo mediante un recurso de casación, lo que sin duda marcará un hito en la resolución de este histórico conflicto de propiedad.