Anitta trae el carnaval de las fabelas brasileñas a Madrid

«Una revolución sin baile no es una revolución que merezca la pena» Emma Goldman

Es complicado definir con exactitud lo que Anitta genera en la tarima. La artista de Río de Janeiro es, con diferencia, la exponente internacional más importante del nuevo funk carioca, un género musical que se concentra en tomar los sonidos del hip hop norteamericano, y le suma no solo los sonidos de la música tradicional de su paìs sino un desparpajo sobre sexual que no suele conseguirse ni siquiera en lo más sugerente del reguetón, después de todo en las canciones más directas de la artista figuras como Bad Bunny o Daddy Yankee podrían sonrojarse. 

La artista tomó La Riviera, un recinto quizás demasiado pequeño para ella, y la convirtió en una de las fiestas de las favelas de Brasil que la hicieron famosa. Tomando la tarima en punto con ‘Funk Rave’ una de las canciones que ha marcado su nueva etapa, y que se aleja de los sonidos del reguetón, apostando más por el caos electrónico y sexual que define su estilo en sus mejores momentos. Por una hora y veinte minutos la artista tuvo al público en la palma de su mano, paseando por temas como ‘Cría de Favela’, ‘Savage Funk’ o ‘Fría’ con comodidad. 

Pero su concierto recuerda además por qué el género que representa es tan revolucionario. En unas favelas que desde fuera son un símbolo global de la pobreza del continente, el ‘Funk Carioca’ siempre fue tanto una excusa para bailar como un grito de guerra, a su modo. Los Beastie Boys dirían que ‘You Gotta Fight For Your Right To Party’ y en la Brasil ultraconservadora de Bolsonaro el grito sexual y rebelde del funk fue suficientemente poderoso como para romper las fronteras del país sudamericano y llegar a la mayoría del planeta. 

En una Riviera llena de brasileños que ha abrazado este sonido como parte de su esencia, a la que la propia Anitta le prestó sus respetos con el pequeño fragmento de ‘Girl From Ipanema’ que abre su ‘Girl From Río’. Para los migrantes en la sala la presencia de Anitta fue un pedazo de su tierra que recibía los reflectores, y que invitaba a toda la ciudad a bailar.

LOS HITS CUANDO SON NECESARIOS

Tras una primera media hora en la que se entregó del todo a los sonidos del funk brasileño y al caos bailable que suele venir de la mano con Anitta decidió darle rienda suelta a las canciones que han sido un éxito en territorio español. ‘Me Gusta’, ‘Envolver’ o las interpretaciones en solitario de ‘Bellakeo’ y ‘Sua Cara’ sirvieron para levantar las voces del público, mientras que su interpretación de ‘Veneno’ o de ‘Bota Niña’ recordaron su capacidad tanto de construir sencillos accesibles como de sumarse cómodamente al estilo y al sonido de otros artistas. 

Es un buen detalle a recordar, a pesar de ser una artista con la rebeldía suficiente como para bailar sobre Isabel Días Ayuso en  los premios de los 40 hace un par de años es también uno de los instintos pop más afilados de Latinoamérica. Las canciones de Anitta tienen la capacidad de entrar en el cerebro del oyente y alojarse de forma permanente. No es un logro menor, aunque no es el nombre más popular de la música urbana ha seguido aumentado el de su propio género sobre la ola generada por estas canciones y sobre el deseo de romper con los límites de su sonido. 

ANITTA COMO EL CENTRO DE UNA REVOLUCIÓN

Hay algo de poético en que haya una sola letra de diferencia entre punk y funk. Al igual que las barriadas de Londres y Nueva York en los 70 las favelas buscaban un sonido que les permitiera comunicarse con el mundo. En el fondo, el paso de Anitta por la Riviera, y su éxito global, no son más que la punta de lanza de uno de los sonidos más vivos de todo el continente. 

Aunque en este caso parece que la tarima le quedó pequeña, la decoración y las luces que pide su gira casi no entraban en el espacio, es evidente que para los presentes, que se quedaron esperando su salido de la sala para saludarla, fue más qué suficiente. A su modo, Anitta es una pequeña revolucionaria, y aunque puede sonar en la radio es importante recordar que es importante tenerla en cuenta a la hora de pensar en el futuro de la música latinoamericana.