Jugar al paintball en Madrid es muy sencillo gracias a todos los lugares que hay para practicarlo, pudiendo divertirnos así con amigos, compañeros de clase, de trabajo, etc. Es un deporte muy entretenido, pero lo es aún más si seguimos una serie de consejos a la hora de jugar unas partidas en las que la adrenalina se dispara.
La primera vez agradeceremos que nos acompañe un instructor
Como en cualquier deporte, y más en este en donde la táctica y la estrategia son fundamentales, la primera vez siempre es mejor que nos acompañe un monitor que nos vaya dando indicaciones.
Esto es lo que hacen en Action Live, una empresa que tiene dos localizaciones de paintball en Madrid (Navalcarnero y El Escorial) y que siempre pone a un monitor que acompaña a los jugadores a lo largo del día. Así, todos los que vayan a jugar sabrán cómo moverse, cubrirse, realizar emboscadas, cuándo tienen que disparar, etc., lo que consigue que la jornada sea mucho más divertida.
Nunca hay que descuidar la seguridad
Aquí se disparan bolas de pintura a una velocidad considerable, de manera que pueden hacer mucho daño. Nunca hay que quitarse la máscara de seguridad en el campo, ni siquiera cuando se empaña o nos resulta incómoda. Podemos recibir un bolazo en los ojos en cualquier momento y sufrir daños oculares graves.
A su vez, es necesario conocer las reglas del campo. Estas nos dicen cuándo podemos disparar, a qué altura, qué lugares son seguros y en ellos nunca se dispara, en qué momento termina la partida, etc.
Estamos ante un deporte de equipo
El paintball es un deporte de equipo, lo que significa que hay que comunicarse con los compañeros. Para ello, se establecen señales que hay que aprender antes de comenzar, del mismo modo que se suele usar un plan táctico. Ir a lo loco no resulta, puesto que los del equipo contrario nos van a eliminar a las primeras de cambio.
Siempre hay que usar el terreno a nuestro favor
Las partidas de paintball se suelen desarrollar en el campo o en zonas acondicionadas para tal fin. Eso significa que hay coberturas naturales o artificiales y obstáculos. Siempre hay que usarlos para cubrirse, moviéndonos de cobertura en cobertura. Si estamos expuestos en campo abierto durante mucho tiempo vamos a ser un blanco fácil, algo que hay que evitar.
Tenemos que movernos de forma constante
Cuando nos quedamos quietos nos convertimos en un objetivo fácil de alcanzar. El equipo contrario comenzará a dispararnos con sus marcadoras o intentarán emboscarnos.
Para que esto no pase hay que moverse de forma constante usando las coberturas. Eso hace que el equipo contrario no pueda localizarnos y que no sepa dónde tiene que disparar las bolas de pintura.
Diviértete y crea recuerdos
Al final, lo más importante es divertirse, disfrutar de la adrenalina, la emoción del juego, la camaradería, etc. De hecho, es una buena ocasión con el fin de crear recuerdos con amigos y familiares, historias de esas que no se olvidan y que se cuentan en todas las reuniones.