El tamaño estándar de las botellas de vino ha sido un tema de interés y curiosidad durante mucho tiempo. Aunque podríamos suponer que una botella de vino debería tener un litro, en realidad, la medida más común es de 750 ml. ¿Te has preguntado por qué? Aquí te explicamos el misterio detrás de esta medida, con tres razones clave que abarcan desde la historia hasta la logística.
El tamaño de las botellas de vino se estableció en 750 ml por varias razones prácticas e históricas. Hoy, exploramos tres de los motivos principales: la capacidad pulmonar de los vidrieros, la logística de transporte y la conversión de medidas entre sistemas diferentes. Sigue leyendo para descubrir por qué las botellas de vino no tienen un litro.
2Logística de transporte
La facilidad de transporte fue un factor crucial en la decisión de estandarizar las botellas de vino a 750 ml. Los principales clientes de los productores de vino franceses eran los ingleses, quienes utilizaban el sistema de medidas imperial. Para facilitar las conversiones, el vino se transportaba en barriles de 225 litros, equivalentes a 50 galones imperiales. Cada barril contenía exactamente 300 botellas de 750 ml. Esta conversión sencilla permitió a los comerciantes calcular y transportar el vino de manera más eficiente, estableciendo así el tamaño estándar.