La OCU habla de la única marca saludable de supermercado que deberías comprar si quieres mantequilla

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En los últimos años, la creciente preocupación por la salud ha transformado los hábitos alimenticios de la sociedad. En este contexto, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha realizado un revelador estudio sobre un producto cotidiano: la mantequilla de supermercado. La investigación ha identificado una única marca que cumple con rigurosos estándares nutricionales para el consumo diario. Este hallazgo ha sorprendido a consumidores y expertos por igual, desafiando percepciones sobre un alimento tradicionalmente considerado poco saludable. En este artículo revelaremos cuál es la mantequilla que ha superado el exigente examen de la OCU y por qué destaca entre las demás opciones del mercado.

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La revolución en la despensa: Únicla de Feiraco, la joya oculta de la nutrición

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El estudio realizado por la OCU ha puesto en el centro de atención a una marca que hasta ahora pasaba desapercibida en los estantes de los supermercados: Únicla de Feiraco. Esta mantequilla ha emergido como la única opción verdaderamente saludable entre las múltiples marcas analizadas, desafiando la creencia generalizada de que todas las mantequillas son igualmente perjudiciales para la salud.

Lo que hace especial a la mantequilla Únicla es su composición nutricional cuidadosamente equilibrada. Con un 82% de materia grasa, podría parecer a primera vista que no difiere mucho de otras mantequillas. Sin embargo, es la distribución de estas grasas lo que marca la diferencia. De los 82 gramos de grasa, 59,8 son grasas saturadas, mientras que el 28% son grasas monoinsaturadas y el 3,5% son poliinsaturadas. Esta proporción es crucial, ya que ofrece un perfil de grasas más saludable en comparación con las mantequillas convencionales.

Además, según lo informado por la OCU, Únicla destaca por su bajo contenido de sal, apenas un 0,1%, y por la ausencia total de azúcares añadidos. Estos dos factores son especialmente relevantes en un contexto donde el consumo excesivo de sal y azúcar se ha convertido en un problema de salud pública.

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