¿Qué estamos dispuestos a ceder para obtener un nuevo trabajo? El acceso al mundo laboral suele ser un problema para la gran mayoría, más aún en estas épocas. Con la pandemia de COVID-19, el teletrabajo pasó a convertirse en una opción para las empresas, pero con esta modalidad también se abrieron nuevos debates. Una usuaria de X (ex Twitter), alertó a la sociedad sobre un nuevo método de vigilancia laboral que perjudica la libertad y la seguridad de los trabajadores. En este artículo te contaremos como es este método y qué complicaciones puede traer.
4El teletrabajo en la encrucijada: Confianza vs. control
El caso de Mary ha puesto de manifiesto una tensión fundamental que subyace en el corazón del teletrabajo moderno: la dicotomía entre confianza y control. Por un lado, el teletrabajo se basa en la premisa de que los empleados pueden ser productivos y responsables sin la necesidad de supervisión constante. Por otro, muchas empresas sienten la necesidad de implementar medidas de control para asegurar que el trabajo se realice de manera eficiente y honesta.
Esta tensión no es nueva, pero se ha intensificado significativamente con la normalización del teletrabajo post-pandemia. Mientras que antes el teletrabajo era a menudo visto como un privilegio o una excepción, ahora se ha convertido en una expectativa para muchos trabajadores de oficina. Esta transición ha obligado a las empresas a reconsiderar sus métodos de gestión y supervisión, llevando a algunos a adoptar herramientas de monitoreo digital que, como en el caso denunciado por Mary, pueden cruzar la línea de lo que muchos consideran aceptable.
La implementación de sistemas de monitoreo como el descrito por Mary —capturas de pantalla cada 10 minutos— refleja una falta fundamental de confianza en los empleados. Este enfoque no solo puede ser contraproducente en términos de moral y satisfacción laboral, sino que también puede tener implicaciones legales, especialmente en jurisdicciones con fuertes leyes de protección de datos y privacidad.
