En el corazón de Barcelona, un discreto pero implacable vigilante de la velocidad ha captado la atención de conductores y autoridades por igual. El radar ubicado en el kilómetro 14,3 de la Ronda de Dalt, en sentido Llobregat, se ha coronado como el dispositivo más sancionador de la ciudad condal, acumulando más de 19.000 multas por exceso de velocidad en 2023, pero este no es del único radar que deben cuidarse los conductores. En este artículo te contaremos que otros radares de la Dirección General de Tráfico (DGT) generan un sinfín de multas al año.
4La tecnología detrás de la vigilancia: radares con precisión milimétrica en la detección de infracciones
La eficacia de radares como el de la Ronda de Dalt no solo se debe a su ubicación estratégica, sino también a la avanzada tecnología que incorporan. Los dispositivos más modernos son capaces de operar con márgenes de error mínimos, lo que aumenta su fiabilidad y reduce las posibilidades de que las multas sean impugnadas con éxito. Según la normativa actual, regulada por el Apéndice I del Anexo XII de la Orden ICT/155/2020, los nuevos radares fijos pueden operar con un margen de error de solo el 3%. Sin embargo, esta norma aún no se ha implementado de manera generalizada, aplicándose únicamente a los cinemómetros de nueva instalación.
Para la mayoría de los radares en funcionamiento, se sigue aplicando la llamada «regla del 7». Esta regla establece un umbral de tolerancia de 7 km/h cuando la velocidad máxima de la vía es inferior a 100 km/h. En vías con límites superiores a 100 km/h, el margen se amplía al 7% de la velocidad permitida. Esta flexibilidad busca evitar sanciones por errores mínimos de medición o pequeños excesos involuntarios.
