Cómo limpiar la correa de silicona de un reloj

Los relojes son unos elementos que sirven tanto como un objeto funcional como de complemento estético para hombres y mujeres. Por eso, cada vez más personas cuentan con una pequeña colección que les permite variar de estilo según su outfit e ir siempre perfectamente conjuntados para cualquier ocasión.

Obviamente, disponer de varios relojes supone dedicarles tiempo para cuidarlos y que estén en perfecto estado. En el caso de las opciones más sport, el mantenimiento y limpieza de las correas de reloj de silicona es lo que más lleva de cabeza a quienes tienen este tipo de dispositivos.

¿Qué consejos ofrecen los profesionales para tener siempre las correas de silicona en estado óptimo? ¿Hay algún truco para evitar que se degraden con el tiempo? ¿Cuáles son los hábitos que habría que evitar para que no sufran desperfectos? Profesionales del sector como los de la relojería online Diloy ofrecen algunas recomendaciones para conseguirlo.

La correa de silicona: un must con muchísimas ventajas

Las correas de silicona han tomado la delantera a otros materiales y son la opción favorita por la mayoría de las personas que usan reloj en su día a día.

¿Cuáles son los motivos del éxito de este elemento? Un altísimo porcentaje de usuarios destaca estos puntos en sus reseñas de relojes con correas de silicona en internet:

  • Economía: las correas de silicona son muy económicas, especialmente si se compara con otras opciones. Esto hace que el precio de compra del reloj se reduzca, pero también que resulte más barato cambiarlas, llegado el momento.
  • Comodidad: este material plástico se adapta perfectamente a la muñeca de cada persona sin generar roces ni otras molestias. Además, es muy transpirable y pesa poco, lo que contribuye a que parezca que no se lleva nada encima.
  • Repuestos: comprar repuestos de las correas de silicona es fácil y económico. El mercado está lleno de opciones que son fáciles de adaptar a la esfera y que abren un amplio abanico de posibilidades estéticas.
  • Estética: la silicona es un material muy fácil de manipular tanto en forma como en colores. Los catálogos de tiendas especializadas como Diloy cuentan con un stock prácticamente infinito donde se dan cita diferentes texturas, colores, formas, estampados, etc.
  • Durabilidad: pese a ser un elemento blando, las correas de silicona son muy resistentes tanto a golpes como al paso del tiempo. Si se cuidan, pueden durar toda la vida.

¿Por qué se ensucian las correas de silicona?

Quien lleva el reloj todo el día en la muñeca sabe que las correas de silicona se pueden llegar a ensuciar sutilmente con el paso del tiempo: el roce con superficies, el contacto con la piel y el sudor o algunas circunstancias especiales como trabajar con pintura o barnices pueden contribuir a esta situación.

Cuando una persona ve que su reloj está sucio, comienzan las dudas: ¿se puede limpiar sin perjudicar la silicona? ¿Cuál es el mejor método para hacerlo? Con unos sencillos pasos y apenas en media hora se puede devolver todo el esplendor perdido prácticamente a cualquier correa de silicona.

La limpieza de las correas de silicona

El agua y el jabón espumoso serán los principales aliados para conseguir el objetivo de limpieza de la correa de silicona del reloj. Tan sencillo como eso, generalmente no harán falta productos especiales, limpiadores químicos ni ninguna receta especial para devolver todo el lustre al material.

¿Cómo proceder? Lo primero que hay que hacer es separar la esfera de la correa. Aunque la primera sea sumergible, es recomendable que no pase un tiempo innecesario dentro del agua. Además, esto permitirá acceder más fácilmente a ciertos rincones de la pieza que se quiere limpiar.

Una vez que se ha hecho esto —la mayor parte de los relojes actuales permite que la separación sea realizada fácilmente por el usuario—, el usuario tendrá una correa completamente de silicona, a excepción de los pasadores.

Mientras que se desmonta, es conveniente ir calentando agua en un cazo a una temperatura entre 45 y 70 grados. Una vez que el mercurio haya alcanzado estos niveles, hay que añadir unas gotas de detergente líquido —muy recomendable que sea antigrasa— y remover bien la mezcla.

Cuando se haya realizado todo esto, bastará con meter la correa y dejarla perfectamente sumergida durante unos 20 o 25 minutos, hasta que el agua se haya quedado tibia. El calor del líquido ayudará a desprender cualquier elemento pegado en la superficie, que además lo tendrá más fácil todavía gracias al efecto del jabón desengrasante.

Cepillar para desincrustar

Lo que se ha logrado con el primer paso es que toda la grasa, sudor y otros elementos que hayan ensuciado la correa se hayan desincrustado de la silicona. Sin embargo, en muchos casos esto no bastará para que esté como nueva.

Aprovechando el momento, se puede utilizar un cepillo de dientes de cerdas suaves o de dureza intermedia para refregar cómodamente la correa e ir sacando los restos que hayan quedado incrustados.

Se puede reforzar todavía más el trabajo de limpieza si se aplica un poco de jabón al cepillo para que este siga haciendo su efecto mientras se refriega bien cada rincón de la correa hasta que quede impoluta.

Un aclarado largo para sacar brillo

Una vez que se ha conseguido eliminar todo lo que había deslucido la correa, los especialistas recomiendan volver a sumergirla en agua caliente por otros diez minutos, aproximadamente, para terminar de retirar todos los restos de jabón y cualquier posible mancha que hubiera podido quedar.

Por supuesto, el último paso es secar bien la correa antes de guardarla, ponerle la esfera o volver a colocarla en la muñeca. Para ello, nada mejor que utilizar papel absorbente de cocina. Hay que envolver bien toda la superficie con un par de hojas de papel y repetir el proceso hasta que este no se moje ni un milímetro.

Con ello, generalmente se habrá podido recuperar perfectamente la correa y que esta presente su estado inicial, casi como llegó cuando se compró.

Algunos consejos adicionales para mantener el reloj en perfecto estado

La limpieza de las correas de los relojes debe ser habitual si no se desea que la silicona se degrade o presente manchas imposibles de retirar. En este sentido, se debería intentar que el reloj pase por «boxes» al menos una vez al mes.

Este lapso temporal debería ser más corto si la correa siempre se lleva puesta o si el usuario la utiliza, por ejemplo, para hacer ejercicios intensos donde sude mucho.

Por otro lado, conviene ser muy cautos a la hora de utilizar otro tipo de productos sobre la silicona. En ocasiones, muchos usuarios caen en la tentación de usar el limpiacristales o productos para limpiar muebles o encimeras para la correa. El uso de estos químicos, sin embargo, puede tener un efecto contrario al deseado: que la silicona reaccione a alguno de los ingredientes que llevan estos limpiadores y se deforme o se manche de manera permanente.

Siguiendo estos principales consejos, sencillos y rápidos de aplicar, está todo hecho. El usuario dispondrá de una correa de silicona que querrá mostrar en todo momento gracias a su limpieza y a su excelente estado de conservación. Y solo se necesita agua y jabón. ¿Podría ser más fácil?