El sabor a menta es uno de los más característicos y recurrentes en las pastas de dientes. No es casualidad que la mayoría de nosotros asocie la frescura bucal con el mentol. Este aroma no solo mejora la experiencia del cepillado, sino que también cumple funciones importantes que van más allá del simple placer sensorial. A continuación, exploraremos las razones detrás de esta elección y cómo impacta en nuestra higiene bucal.
2Proporciona una sensación de frescor
El mentol, presente en muchas pastas de dientes, se une a la proteína TRPM8, que detecta los cambios de temperatura en nuestra boca. Esta interacción provoca una sensación de frescor, similar a la que sentimos cuando algo frío entra en contacto con nuestras papilas gustativas. Este efecto refrescante no solo mejora la sensación de limpieza, sino que también puede perdurar incluso después de enjuagarse, activando los nervios sensibles al frío cada vez que bebemos agua. Este frescor no necesariamente indica una limpieza efectiva, pero sí contribuye a una sensación de boca más saludable y agradable.
