Walter Tavares ha sido uno de los pilares fundamentales en el proceso de reforzamiento del Real Madrid de Chus Mateo durante el verano. Mientras que ya se había asegurado un acuerdo multianual con Gaby Deck la temporada pasada, la prioridad en los despachos se centró en el pívot caboverdiano. La renovación de Mario Hezonja también se logró tras complicadas negociaciones. En el caso de Tavares, su continuidad fue un tema recurrente y prioritario debido a su dominio y diferenciales habilidades, únicas en el baloncesto europeo. Su renovación implicó largas y complicadas negociaciones a lo largo de la temporada.

Vincent Poirier fue afectado negativamente por esta situación. Él sabía que no habría recursos para todos y que el Real Madrid estaba apostando fuertemente por Tavares. La salida del francés, quien ahora jugará en el Efes con un contrato difícil de igualar en términos salariales, abrió espacio para que Hezonja se quedara. Con la partida de Poirier, que deseaba permanecer pero recibió una oferta irresistible desde Estambul, el Madrid pierde a otro pívot destacado en el continente, conocido por su agresividad en los rebotes, habilidad para finalizar con eficacia y rápida adaptación a los esquemas de juego.