El Congreso de los Diputados celebrará este jueves el homenaje institucional a las víctimas del terrorismo, un acto que se ha convertido en un foco de controversia por las continuas ausencias de algunas de las principales asociaciones de víctimas y por la presencia de partidos políticos que, según algunos, legitiman el terrorismo.
El rechazo de las asociaciones de víctimas y de Vox
La Asociación Víctimas del Terrorismo (AVT), el Colectivo de Víctimas del Terrorismo (Covite) y Dignidad y Justicia (DyJ), han anunciado su ausencia en el homenaje por quinto año consecutivo. Estas asociaciones consideran que la presencia de Bildu, un partido político que consideran ligado a ETA, desvirtúa el carácter del evento y lo convierte en un acto de hipocresía.
La AVT ha expresado su rechazo a los acuerdos del gobierno con Bildu, a quienes consideran los «representantes de ETA en las instituciones». Covite, por su parte, ha calificado de «cínico» que el homenaje se celebre en una institución donde tienen representación «varios partidos políticos que legitiman la existencia de ETA y no condenan su violencia terrorista».
Dignidad y Justicia también ha rechazado participar en el homenaje, argumentando que «no puede haber más hipocresía que la de presumir de apoyar a las víctimas mientras las traicionas por debajo», en referencia a los pactos del PSOE con la formación vasca.
Al ‘plante’ de estas asociaciones se ha sumado también Vox, partido que ha anunciado que sus representantes se acercarán a los alrededores del Congreso, pero no participarán en el homenaje. Vox considera que este acto es una «mascarada de políticos sin escrúpulos» y que el gobierno «se une a los herederos de ETA«.
Un homenaje impulsado por Bono en 2010
El homenaje a las víctimas del terrorismo se celebra desde 2010, cuando fue impulsado por el entonces presidente del Congreso, José Bono. El evento se celebra coincidiendo con el Día de las Víctimas del Terrorismo, que conmemora el 11 de marzo de 1960, fecha en la que una niña de 22 meses murió en San Sebastián a causa de un artefacto explosivo colocado por el DRIL.
Este año, la presidenta del Congreso, Francina Armengol, presidirá el acto, acompañada del presidente del Senado, Pedro Rollán, y representantes de las asociaciones de víctimas.
Un acto con polémica y simbolismo
El homenaje, que inicialmente se celebró en diferentes salas del Congreso, se trasladó al hemiciclo en 2019, bajo la presidencia de Meritxell Batet. Este traslado pretendía dotar al acto de la máxima solemnidad. Sin embargo, el año pasado, con las Cortes disueltas, el homenaje volvió a celebrarse en la Sala Constitucional, escenario que se mantiene este año.
El acto comenzará con un saludo de los presidentes de ambas Cámaras a los representantes de las asociaciones en el Salón de Pasos Perdidos, seguido de la interpretación del Lamentatio, de Giovanni Sollima, por la estudiante del Real Conservatorio Superior de Música de Madrid, Fabiola Sebastián.
Tras los discursos del presidente de la Fundación Víctimas del Terrorismo, Juan Benito, y Armengol, se guardará un minuto de silencio. El homenaje concluirá con la interpretación del Sarabanda de la Suite número 5 de Johann Sebastian Bach.