Vivir en España es una maravilla. Este país ofrece grandes bondades como una extraordinaria vida cultural, oportunidades laborales, buenas opciones de entretenimiento y una gastronomía espectacular y llena de delicias en cada una de sus regiones.
Si se sabe vivir bien, España es una excelente opción para todos. Madrid, Barcelona, Valencia, San Sebastián, Bilbao y Granada son los nombres de algunas de las ciudades que están en el ranking de las mejores para formar una familia y trabajar a gusto. Sin embargo, a lo largo de todo el territorio se puede estar de muy buena manera.
Sin embargo, así como hay grandes y probados beneficios, también hay responsabilidades y acciones que no debes hacer pues podrías llegar a perturbar a las demás personas. De hecho, hay 3 errores de convivencia claros que, de llegar a cometerlos, podrían acarrearte una enorme suma de dinero. ¿Cuáles son y por qué generan tanta incomodidad? Te contamos.
1¿Qué no debes hacer en España?
De acuerdo con la cuenta de TikTok, @tefyenespana, hay tres normas de convivencia básica que un ciudadano español o extranjero jamás debe infringir. Tienen que ver con las buenas costumbres y el respeto hacia los demás.
La primera de ellas tiene que ver con los ruidos y la música alta. Si después de las 12:00 de la noche haces mucho ruido y los vecinos llaman a la Policía, tendrás que pagar una multa de 600 euros en un ayuntamiento. La factura te llegará entre 2 y 3 meses luego de haber cometido esta falla.
Lo segundo es que por nada del mundo puedes conducir con cascos o auriculares. Ni siquiera cuando vayas en una bicicleta o en una patineta. Mucho menos cuando vayas en coche. Si un Policía te pesca puede ponerte una multa que va entre los 150 y los 200 euros.
Finalmente, cruzar la calle (ya sea caminando o en coche) mientras hablas por móvil, puede traerle nefastas consecuencias a tu bolsillo: la multa te podría costar mínimo 80 euros y máximo 200. Así que trata de respetar las normas de convivencia y nunca incurras en este tipo de conductas que además podrían dañar tu buena reputación como ciudadano.