Una enfermedad detectada en fósiles de félidos aporta información sobre su organización social

Un fascinante estudio realizado por un equipo multidisciplinar de investigadores del Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN-CSIC), la Universidad Complutense de Madrid y la Universidad de Valladolid ha arrojado nueva luz sobre los Machairodus aphanistus, una especie extinta de félidos dientes de sable.

Al analizar fósiles con patologías óseas, los expertos han logrado desentrañar detalles sobre cómo estos imponentes depredadores del pasado vivían, se organizaban socialmente y enfrentaban los desafíos de su entorno.

El análisis de estos fósiles con evidentes signos de enfermedad y lesiones ha sido clave para comprender mejor a estos grandes félidos. Mediante técnicas de imagen radiológica, los investigadores han podido diagnosticar y estudiar en profundidad las patologías que afectaron a algunos de estos individuos, abriendo una ventana hacia su ecología y comportamiento.

Patologías óseas y Organización Social de los Machairodus

El equipo de investigación ha examinado huesos fósiles que presentaban diversas patologías, como lesiones en el tobillo y la mano, así como una mandíbula con signos de una grave infección que eventualmente causó la muerte del animal por septicemia. Estas evidencias sugieren que algunos Machairodus aphanistus pudieron haber sufrido de limitaciones en su capacidad cazadora e incluso de movilidad reducida, lo que posiblemente los llevó a depender de las presas capturadas por otros individuos más sanos.

Esta observación plantea la posibilidad de que estos grandes félidos pudieran haber formado coaliciones de machos, similar a lo que ocurre con los leones actuales, para defender grandes territorios que a su vez albergaban los dominios más pequeños de varias hembras. Sin embargo, los expertos señalan que no se puede afirmar con certeza si los Machairodus aphanistus realmente vivían en manadas, ya que aún quedan muchos aspectos por esclarecer sobre su organización social.

Lo que sí parece evidente es que estas patologías graves pudieron haber jugado un papel importante en la dinámica de estos félidos, debilitándolos progresivamente y contribuyendo posiblemente a que terminaran atrapados en las cavidades donde posteriormente se formaron los yacimientos fosilíferos de Batallones, en Torrejón de Velasco, Madrid. Este sitio, uno de los más importantes del Mioceno superior a nivel mundial, ha sido fundamental para llevar a cabo este estudio.

Aplicación de Técnicas de Diagnóstico Veterinario

El uso de técnicas de imagen radiológica, herramientas fundamentales en el diagnóstico veterinario, ha sido clave para este trabajo. Gracias a ellas, los investigadores han podido analizar en detalle las patologías óseas que afectaron a estos ejemplares de Machairodus aphanistus, aportando valiosa información sobre su ecología y organización social.

Esta investigación demuestra la importancia de aplicar enfoques interdisciplinarios y herramientas avanzadas al estudio de los fósiles. Al combinar los conocimientos de paleontología, biología y medicina veterinaria, los expertos han logrado desentrañar aspectos fascinantes sobre la vida de estos imponentes depredadores del pasado.

Conclusiones y Perspectivas Futuras

El presente estudio no solo ha revelado datos inéditos sobre las patologías y dinámicas sociales de los Machairodus aphanistus, sino que también pone de manifiesto cuánto queda aún por descubrir sobre las especies extintas. Cada nuevo hallazgo y análisis detallado aporta piezas clave para comprender mejor la evolución y adaptación de estos animales a su entorno.

A medida que se sigan realizando investigaciones exhaustivas, como el estudio de las patologías óseas de estos fósiles, se podrá continuar iluminando los diversos aspectos de la ecología y organización social de los Machairodus aphanistus y otras especies del pasado. Sin duda, este trabajo abre nuevas perspectivas y genera entusiasmo por seguir desentrañando los misterios que aún yacen en los registros fósiles.