En el Congreso de los Diputados se llevará a cabo este jueves el homenaje institucional de las Cortes Generales a las víctimas del terrorismo, una ceremonia que nuevamente se verá marcada por la ausencia de algunas de las principales asociaciones, como la Asociación Víctimas del Terrorismo (AVT), el Colectivo de Víctimas del Terrorismo (Covite) y Dignidad y Justicia (DyJ), así como del partido político Vox.
Esta situación refleja la complejidad y los desafíos que enfrentan los esfuerzos por rendir homenaje a las víctimas del terrorismo en España. Cada año, estas asociaciones y partidos han optado por no participar en el evento, argumentando diversos motivos relacionados con la presencia de Bildu, a quien consideran los «representantes de ETA en las instituciones», así como los acuerdos del Gobierno de Pedro Sánchez con dicha formación política.
La Ausencia de Principales Asociaciones y Vox
La Asociación Víctimas del Terrorismo (AVT) ha adelantado su ausencia al homenaje por quinto año consecutivo, rechazando la participación de Bildu, a quienes consideran los «representantes de ETA en las instituciones». Por su parte, el Colectivo de Víctimas del Terrorismo (Covite) también ha anunciado que no acudirá este año, al igual que en años anteriores, por la presencia de Bildu, a quien consideran «cínico» que participe en un homenaje en una institución en la que tienen representación.
En la misma línea, la asociación Dignidad y Justicia (DyJ) tampoco asistirá al evento, argumentando que en este homenaje «no puede haber más hipocresía que la de presumir de apoyar a las víctimas mientras las traicionas por debajo», en referencia a los pactos del PSOE con la formación vasca.
Además, el partido político Vox también se ha sumado al «plante», aunque sus representantes sí se acercarán a los alrededores del Congreso, pero sin entrar al homenaje del Parlamento, para mostrar su rechazo a participar en este acto en el que participa el Gobierno con los herederos de ETA. El propio Santiago Abascal, en ocasiones anteriores, ha calificado este evento de «mascarada de políticos sin escrúpulos».
El Homenaje Institucional y su Evolución
Este acto de homenaje a las víctimas del terrorismo se viene celebrando desde que hace catorce años lo impulsara el entonces presidente, José Bono, quien lo estableció coincidiendo con el Día de las Víctimas del Terrorismo, acordado a iniciativa de las asociaciones. En esa fecha de 1960, una niña de 22 meses murió calcinada en un coche como consecuencia de un artefacto explosivo que el Directorio Revolucionario Ibérico de Liberación (DRIL) colocó en la estación de autobuses de San Sebastián.
A lo largo de los años, este homenaje institucional ha ido evolucionando, con cambios en la ubicación y la forma de llevarlo a cabo. Tras varios años ubicando el evento en distintas salas, como la Sala Constitucional o el Salón de Pasos Perdidos, la anterior presidenta del Congreso, la socialista Meritxell Batet, decidió en 2019 darle mayor visibilidad llevándolo de nuevo al hemiciclo, con el fin de dotar al acto en recuerdo de las víctimas del terrorismo de la máxima solemnidad.
Sin embargo, el año pasado, al estar las Cortes disueltas a la espera de las elecciones del 23 de julio, el homenaje volvió a ubicarse en la Sala Constitucional, un escenario que se mantiene también en esta ocasión. El encuentro comenzará con un saludo por parte de los presidentes de ambas Cámaras a los representantes de las asociaciones en el Salón de Pasos Perdidos, y posteriormente, en la Sala Constitucional se interpretará el Lamentatio, de Giovanni Sollima, por la estudiante del Real Conservatorio Superior de Música de Madrid, Fabiola Sebastián.
Tras los discursos del presidente de la Fundación Víctimas del Terrorismo, Juan Benito y Armengol, se guardará un minuto de silencio. El homenaje concluirá con la interpretación del Sarabanda de la Suite número 5 de Johann Sebastian Bach.