Sí, la conocida «caña» tiene decenas de nombres, dependiendo de la región del país. Desde el norte al sur de España, la diversidad cultural se manifiesta incluso en cómo pedimos una cerveza. La rica tradición cervecera del país se refleja en una variedad de términos locales para referirse a esta bebida tan querida. Desde el clásico «una caña», pasando por el «zurito» en el País Vasco, el «corto» en Galicia, Castilla y León, y La Rioja, hasta el «penalti» en Aragón. También se puede pedir un «quinto» o «botellín» en muchas partes, un «botijo» en Madrid, o un «cañón» en Andalucía.
Otros términos incluyen el «cervecita» o «cortaíta» en Andalucía, un «tercio» o «birra» en varias regiones, una «mediana» en Cataluña, y una «media» en Asturias. Para cantidades mayores, se pide una «jarra», una «pinta» o incluso una «maceta» en Andalucía. Además, hay opciones con variaciones como la «clara» con limón en Cataluña, gaseosa en Galicia, o «champú» en Castellón y Tarragona, entre otras variantes regionales. Cada nombre no solo describe una medida específica de cerveza, sino que también revela una parte de la rica cultura cervecera de España.
1La caña y sus variantes regionales
La «caña» es el término más extendido y conocido para pedir una cerveza en España. Esta medida, típicamente de 200 ml, es ideal para acompañar tapas y disfrutar de un buen rato social. Sin embargo, dependiendo de la región, encontramos variaciones como el «corto» en Galicia, Castilla y León, o La Rioja, y el «penalti» en Aragón, todos ellos equivalentes a pequeñas cantidades de cerveza que se beben rápidamente para mantenerse frescas.