La disputa comercial entre la Unión Europea (UE) y China por el coche eléctrico ha generado una situación de tensión entre ambas potencias económicas. Tras una investigación exhaustiva, la Comisión Europea ha determinado que los fabricantes chinos de vehículos eléctricos cuentan con una ventaja desleal debido a los subsidios que reciben del gobierno de Pekín, lo que perjudica gravemente al sector europeo.
Ante esta situación, la UE ha anunciado su intención de imponer aranceles de hasta el 38% a las importaciones de automóviles con batería eléctrica procedentes de China, con el objetivo de contrarrestar el efecto de estos subsidios ilegales. Esta medida ha desencadenado una respuesta por parte de China, que ha anunciado el inicio de una investigación sobre el sector del porcino europeo en represalia.
La Búsqueda de una Solución Efectiva
Ante este escenario de tensión comercial, la Comisión Europea y China han acordado mantener esta semana «conversaciones técnicas» en Bruselas para avanzar hacia una solución en la disputa. Estas conversaciones se darán tras una «llamada constructiva» entre las dos partes el pasado sábado, en la que la UE subrayó que todo resultado de estos contactos debe llevar a una solución «eficaz» frente al ‘dumping’ que denuncia Bruselas.
Los negociadores europeos y chinos se verán en Bruselas para abordar la disputa a nivel «técnico«, dado que ambas partes continúan «comprometidas» en el camino hacia una solución. La UE ha dejado claro que, de no resolverse la situación de manera «eficaz» en los próximos días, los aranceles empezarán a aplicarse a partir del 4 de julio.
La Posición de la Unión Europea
La Comisión Europea ha defendido su posición en esta disputa, señalando que los servicios comunitarios se basan en hechos y que, en el caso del coche eléctrico, las pesquisas han permitido reunir «suficientes pruebas» para actuar. Además, Bruselas ha trasladado a las autoridades chinas el resultado de su investigación y les ha emplazado a encontrar una «solución compatible» con la Organización Mundial del Comercio (OMC).
La UE está decidida a proteger los intereses de su industria del coche eléctrico, que se ve gravemente perjudicada por los subsidios ilegales otorgados por el gobierno chino a sus fabricantes. La imposición de aranceles es una medida contundente para hacer frente a esta situación y buscar una solución justa y compatible con las normas internacionales de comercio.