La población española se encuentra ante una transformación demográfica sin precedentes. Según las últimas proyecciones del Instituto Nacional de Estadística (INE), la migración internacional jugará un papel clave en el aumento de la población en las próximas décadas. Mientras que la población nacida en España disminuirá progresivamente, el saldo migratorio positivo compensará este descenso, lo que dará lugar a un crecimiento neto de la población española.
La proyección del INE muestra que, en los próximos 15 años, España ganará más de 5 millones de habitantes, alcanzando los 53,7 millones en 2039. Y en 50 años, la población llegaría a 54,6 millones, un aumento de casi 6 millones de personas. Este crecimiento se debe, exclusivamente, a la migración internacional, ya que el saldo vegetativo (nacimientos menos defunciones) será negativo durante todo el período proyectado.
El Papel Clave de la Migración Internacional
La migración internacional será el principal factor que impulse el aumento de la población española en las próximas décadas. Según las proyecciones del INE, el saldo migratorio positivo compensará el saldo vegetativo negativo, lo que resultará en un incremento neto de la población.
En 2022, España registró 1,26 millones de inmigraciones y 531.889 emigraciones, lo que se tradujo en un saldo migratorio de 727.005 personas, el más alto en 10 años. El INE proyecta que este saldo migratorio positivo se mantendrá en los próximos años, aunque con una tendencia decreciente, lo que se traducirá en una ganancia neta de 3,5 millones de personas en los primeros 5 años y de 7 millones hasta 2038.
El Descenso de la Población Nacida en España
Mientras que la población total de España crecerá gracias a la migración internacional, la población nacida en España disminuirá paulatinamente. Según las proyecciones, la población nacida en España pasará de representar el 81,9% del total en la actualidad al 61,0% dentro de 50 años.
Este descenso se debe principalmente al saldo vegetativo negativo, es decir, a que el número de defunciones superará al de nacimientos durante todo el período proyectado. Así, se estima que entre 2024 y 2038 nacerán 5,5 millones de niños, un 8,7% menos que en los 15 años previos.
Además, la tasa de dependencia (proporción de población menor de 16 años o mayor de 64 respecto a la población de 16 a 64 años) alcanzaría un máximo del 75,3% en torno a 2052, para ir bajando paulatinamente hasta el 73,9% en 2074. Este aumento de la dependencia plantea importantes desafíos para el sistema de bienestar y la sostenibilidad de las finanzas públicas.
En resumen, la transformación demográfica que experimenta España en las próximas décadas estará marcada por el crecimiento de la población total impulsado por la migración internacional, mientras que la población nacida en el país disminuirá progresivamente. Este cambio en la composición de la población tendrá importantes implicaciones sociales, económicas y políticas que deberán ser abordadas por las autoridades y la sociedad en su conjunto.