El Gobierno español, a través del Ministerio para la Transformación Digital y de la Función Pública, está dando pasos decisivos en la construcción de una Inteligencia Artificial (IA) que ponga al ser humano en el centro. Con la reciente aprobación de la Estrategia de Inteligencia Artificial 2024, España busca impulsar el desarrollo de esta tecnología transformadora, pero con un enfoque que priorice la ética, la transparencia y los valores humanistas.
El ministro José Luis Escrivá ha sido claro en su mensaje: la inteligencia artificial nos afectará de manera profunda en nuestras vidas, por lo que es imprescindible que desde el ámbito público se lideren esfuerzos para guiar este proceso y asegurar que los beneficios de la IA se distribuyan de manera equitativa, sin poner en riesgo los derechos humanos ni los principios éticos fundamentales.
Reconstruyendo el Programa «Agentes del Cambio»
Uno de los episodios recientes que pone de manifiesto esta necesidad de adaptación y flexibilidad por parte del Gobierno fue el incumplimiento del programa «Agentes del Cambio«, el cual provocó que Bruselas bloqueara 158 millones de euros de los 10.000 millones del cuarto pago del plan de recuperación.
Según Escrivá, este incumplimiento fue transitorio, y el Gobierno ha respondido con la creación del programa «Kit Consulting«, el cual está teniendo una gran acogida entre las pequeñas y medianas empresas, con más de 1.000 solicitudes recibidas. Con este nuevo enfoque, el Gobierno confía en poder satisfacer plenamente los objetivos marcados por la Comisión Europea.
La clave, explica el ministro, es tener la flexibilidad necesaria para adaptar las políticas cuando no funcionan como se esperaba. En este sentido, el «Kit Consulting» -dotado con 300 millones de euros- ofrece ayudas a pymes de entre 10 y 250 empleados para la contratación de servicios de asesoramiento orientados a su transformación digital, especialmente en ámbitos como la inteligencia artificial o la ciberseguridad.
Liderando el Desarrollo de una IA Ética y Transparente
Más allá de este caso particular, el Gobierno español está dando pasos firmes para posicionarse como un referente en el desarrollo de una inteligencia artificial ética, transparente y responsable. La Estrategia de Inteligencia Artificial 2024, aprobada recientemente, establece tres ejes clave: reforzar las capacidades para el desarrollo de la IA, facilitar su aplicación en el sector público y privado, y fomentar un enfoque humanístico y ético.
Según Escrivá, la inteligencia artificial generativa y sus desarrollos futuros «necesariamente van a requerir la generación de consensos muy amplios en la sociedad«, por lo que «tenemos que generar un proceso de formación de criterios» que involucre a todos los actores relevantes.
En este sentido, el Gobierno no solo invertirá 1.500 millones de euros adicionales a los 600 millones ya movilizados, sino que también asumirá un papel de liderazgo, especialmente en lo que respecta a las pequeñas y medianas empresas, donde se encuentra el «gran reto» de lograr que se beneficien de los avances de la IA.
El ministro ha sido enfático al señalar que «desde el Gobierno estamos convencidos que la inteligencia artificial ofrece grandes oportunidades, pero que tenemos que darle una dimensión humanista y ética muy profunda desde el principio y tenemos que involucrar a todos» los actores de la sociedad.
Con esta hoja de ruta, España se posiciona como un país decidido a liderar el desarrollo de una inteligencia artificial que, lejos de ser una amenaza, se convierta en una herramienta al servicio del ser humano y del bien común.