Parece que ya es costumbre para Live Nation. Una vez más, la preventa de entradas para ver a Paul McCartney se ha convertido en un caos que ya es parte de la rutina para los fanáticos y que se ha repetido en las giras internacionales de Blink-182, Bad Bunny o Taylor Swift. De hecho, el mal manejo de esta situación con la cantautora no solo hizo que su gira se manejara de forma diferente, pidiendo varios códigos e identificaciones a los fans para adquirir su entrada y evitar que estas sean compradas por revendedores.
De momento, el caso más reciente es el de Paul McCartney, para el que era una opción viable comprar las entradas en reventa, incluso mientras se mantenía la preventa que agotó los dos WiZink Center que hará el ex-Beatle a principios del mes de diciembre. Incluso asumiendo que se pongan en oferta más entradas, el día de hoy sigue siendo llamativo que la empresa permita este tipo de situaciones y que ya en portales de reventa como Viagogo o StubHub estén disponibles entradas para el evento.
En cualquier caso, se trata de una situación delicada para una empresa que ya recibió una demanda del departamento de justicia de Estados Unidos para obligar a separarlos de Ticket Master. Live Nation y la web de venta de entradas se fusionaron en 2009, con la promotora de conciertos, desembolsando 400 millones de euros para conseguir las acciones necesarias para controlar a la ticketera y desde entonces parece que los comentarios tanto de artistas como de fanáticos solo han sido negativos. El caso del artista británico no es más que el ejemplo más reciente y evidente de la situación con la empresa, que de nuevo atrae el odio de los usuarios de los que depende.
También es cierto que la lista de artistas que siguen trabajando con Live Nation y Ticketmaster es suficiente para que la empresa mantenga su fuerza dentro del mercado de la música en vivo. Además de los mencionados anteriormente nombres como Karol G, Pearl Jam, Metallica o Billie Eilish no han tenido problemas a seguir trabajando con estas opciones. Es cierto que otros servicios como Doctor Music o Baila.FM han también han conseguido que grandes nombres como Feid o Bruce Springsteen dependan de ellos, pero todavía no es suficiente para enfrentar la situación.
LA ALARMA POR EL AUMENTO DE LAS ENTRADAS EN REVENTA
La realidad para los usuarios que se ven obligados a recurrir a la reventa muchas veces terminan pagando dos o tres veces más de lo esperado en las páginas oficiales. En esa realidad es fácil entender la molestia del público, incluso si los estadios demuestran que la mayoría del público hace acto de presencia, aunque los precios de las entradas sigan subiendo. Es una situación complicada de asumir para quienes reclaman por un cambio en las políticas de ventas de entradas, y que desde Live Nation y Ticketmaster se usa como argumento para defender los precios de sus entradas.
Es que desde la empresa se ha insistido una y otra vez que este tipo de situaciones demuestran que el mercado está dispuesto a asumir estos precios a pesar de lo alto que parecen. Es también una realidad que empieza a no ser cierto en todos los casos, como ya le ocurre a la propia Live Nation con uno de los eventos que produce y promociona en España.
Los dos conciertos de Pearl Jam en Barcelona no se han vendido al ritmo esperado, por una combinación de precios demasiado altos y la mala elección de fechas con la banda, presentándose un par de días después en el Mad Cool de Madrid por un precio mucho menor. Es una decisión que ha dejado a la productora con varias de las entradas en la mano, y los ha obligado a aplicar varias promociones y descuentos con tal de colgar el cartel de agotado, y contando con que se trate de una situación donde las compras de restauración recuperen los gastos.
¿QUÉ PASARÁ CON LIVE NATION SI ESTADOS UNIDOS LOS SEPARA?
Mientras tanto, la realidad de Live Nation sigue siendo complicada de afrontar por los riesgos que tienen en Estados Unidos. La separación, si se da, les obligaría a cambiar la estrategia para presentar al público, y les quitaría poder de negociación con algunos de los recintos con los que han mantenido una relación hasta ahora, y con quienes podía negociar cómodamente al ser responsable tanto de la producción del evento como de la venta de entradas, es suficiente para generar problemas a algunos recintos y según varios testimonios en Estados Unidos usaron este poder.
De todos modos queda mucho para eso, y mientras tanto pueden repetirse situaciones como la de Paul McCartney en Madrid. Stubhub y Viagogo tampoco parecen demasiado interesados en tomar medidas para controlar esta situación, que de momento es más que lucrativa para ellos.
