Uber y Cabify se quedan fuera del plan de movilidad del Mad Cool

Aunque es evidente que entre las más de 50.000 personas diarias que se esperan para el Mad Cool habrá quienes usen un Uber, un Bolt o un Cabify, el festival madrileño vuelve a dejar por fuera de sus consideraciones a las aplicaciones de VTC apostando por el transporte público, aunque sí que dejan un espacio para los taxis en el que también pueden llegar las plataformas de la «nueva movilidad».

No es una apuesta menor, después de todo uno de los grandes problemas de la edición de 2023 fue el transporte, aunque es evidente la ruta que prefieren desde el festival sea un acuerdo con el transporte público este año reforzado con el servicio de cercanías hasta las 4 de la madrugada. 

Tiene sentido. Las VTC quedaron en la mira en las últimas ediciones del festival por los altos precios a los que llegaban los viajes al recinto y desde el mismo durante los días de festival, algunos usuarios han recordado que tanto en 2022 como en 2023 era fácil conseguir un viaje de Uber en más de 100 euros. Por tanto, es de esperar que un festival que ya cuesta 200 euros para quienes pagan un abono completo de 4 días, quieran alejarse de la opción. 

Lo cierto es que no es el único festival que toma una decisión similar. Ni el ya celebrado
Primavera Sound, ni el Bilbao BBK ni el Río Babel han contado este año con estas plataformas como piezas de sus planes de movilidad, aunque no hacen nada para evitar que los asistentes se acerquen a la zona del evento en este tipo de transporte casi todos han recomendado el uso de transporte público por encima de los vehículos particulares como las VTC, los coches propios o incluso los taxis. Es una señal importante para pensar en el futuro de este tipo de festivales. 

UBER, CABIFY Y BOLT PIERDEN APOYO EN GRANDES EVENTOS

Es una situación delicada cuando estas aplicaciones pierden los espacios que más los acercaban a nuevos usuarios. Es que el no tener presencia en los grandes festivales, cuando en otros tiempos incluso tenían un espacio propio tanto dentro del recinto como en las afueras, y tenían una zona propia para llegar diferente a la zona de los taxis. En particular, Uber tenía un espacio propio en el Mad Cool del que el evento ha decidido despedirse. 

No solo ocurre en España. En Francia, la liga no ha querido mantener el patrocinio de Uber Eats, saltando a McDonald’s, una pequeña muestra de la situación general de la industria del transporte y el reparto. En cualquier caso, el que los festivales pasen de ellos no es una buena señal, aunque están a tiempo de empezar a resolver la situación pensando en 2025. 

UN MAD COOL QUE CONSIGUE LA LUZ VERDE SOBRE LA HORA

Lo cierto es que el Mad Cool ha estado jugando sobre el alambre hasta la semana pasada, cuando la delegación de Gobierno y el ayuntamiento de Madrid llegaron a un principio de acuerdo para que se realizara la edición de este año. Aunque falta la aprobación de la última licencia tras la revisión técnica, una parte normal del proceso, lo esperado es que se apruebe sin demasiados contratiempos y que la tengan en los próximos días. Al mismo tiempo, no se han terminado las preocupaciones sobre el festival. 

Durante el mes de julio, y si se cumplen los deseos de la delegación de Gobierno y del ayuntamiento de Getafe, antes del festival, habrá una reunión política para decidir el futuro del recinto Iberdrola Music, normalmente conocido como «Espacio Mad Cool», es complicado saber qué pasará en esta reunión. La edición de este año estaba suficientemente adelantada que todas las partes tenían buenos motivos para que se realizara, pero también hay buenos motivos para dudar de la viabilidad a largo plazo del recinto. 

Europapress 4573557 Np Uber Patrocina Mad Cool Dcode

El año pasado, el caos no solo del Mad Cool sino también del concierto de Harry Styles, sumado a la cancelación del Reggaeton Beach Festival o la mudanza de la Coca Cola Music Experience, demuestran los problemas que el espacio ha generado no solo para los vecinos sino para los productores de eventos que apostaron por el espacio. Dado el poco interés de otros festivales, además del Mad Cool de usar este espacio, es evidente que se trata de una decepción para lo que la comunidad deseaba fuera el equivalente capitalino al Parc del Forum donde se celebran el Primavera Sound y el Crüilla en Barcelona.

En caso de que la decisión sea abandonar el espacio como proyecto, esto representaría un caso más en el que el festival se ve obligado a mudarse. Ya abandonó el espacio de la Caja Mágica, donde ahora se celebran el festival Río Babel y el Tomavistas, y su espacio en Valdebebas, por la expansión del IFEMA, y la falta de un espacio para festivales ha sido uno de los grandes problemas del evento.