Disney y Ron DeSantis firman la paz por la economía del Estado de Florida

A pesar de ser el hogar del parque más importante de Disney, la relación de la empresa dirigida actualmente por Bob Iger y el gobernador del estado de Florida, el Republicano Ron DeSantis, no siempre ha sido positiva. La llamada ley «don’t say gay», que evita el uso de contenido LGBTQ en los colegios y que es visto como una forma de ocultar la existencia del colectivo por sus miembros, terminó creando un cisma entre el político y el entonces CEO de la empresa, Bob Chapek. 

Chapek, uno de los responsables del esfuerzo de Disney en atrapar al público del colectivo LGBTQ tanto en los parques como en las películas. Aunque sus esfuerzos fueron criticados por ambas partes de la discusión, con los conservadores critican la presencia de personajes de este colectivo en cine familiar y los miembros del mismo asegurando que eran escenas demasiado cortas y fáciles de editar fuera de las películas para su estreno en china. Es una crítica que recibieron sobre todo el remake de ‘La Bella y la Bestia’ y ‘Star Wars: Episodio IX – El ascenso de Skywalker’, que presumen en la publicidad de tener personajes homosexuales, pero solo tenían escenas cortas. 

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Pero la discusión salió de esta situación y pasó a un problema mucho más grave para la relación de la empresa con el estado: Su realidad fiscal. Disney tiene una situación particular dentro del estado, que le permite operar en toda la zona de los parques con un régimen de impuestos especial. A cambio, es una zona en la que la propia empresa se encarga de los servicios básicos, y donde viven la mayoría de los trabajadores de los propios parques y parte de los trabajadores de los estudios. 

Desantis respondió a las críticas de Chapek amenazando con romper esta relación especial. Si bien finalmente no se tomó esta decisión, después de todo Disney es, con diferencia, el principal empleador del estado de Florida, y su «zona económica especial» permite que sea así, por lo que acabar con la relación no parecía una estrategia electoral inteligente. Sin embargo, hasta hace un par de semanas tanto la empresa como el político mantenían la tensión, y no fue hasta el día de ayer en la que finalmente ambas partes sacaron la bandera blanca. 

PUEDE SER QUE DISNEY ADIVINE UNA NUEVA PRESIDENCIA DE TRUMP

La señal de que la guerra entre Disney y DeSantis terminó fue el anuncio de la empresa que se retiraría una demanda por libertad de expresión contra el gobierno de Florida, sino que se renegociaron las condiciones de la «zona económica especial» con la idea de expandir y de ayudar a los nuevos proyectos de la empresa. Para el gobernador republicano la motivación es fácil de entender, si el mayor empleador de la zona genera más empleos se espera que los ciudadanos estén más felices con su gestión. Para un político que salió especialmente afectado de su paso por las primarias de su partido es una decisión clave.

Pero para la propia Disney, además, apunta a que Bob Iger, una figura conocida en la industria del cine por ser despiadado cuando es necesario, parece que la decisión viene también de la necesidad de tener una relación con quien parece será el próximo presidente. Más allá de por quién voten los directivos y trabajadores de la empresa, el interés de Iger en tener una buena relación, el inquilino de la Casa Blanca puede apuntar a la decisión de tender de nuevo un puente con los republicanos. 

No es una novedad. El estudio ha mantenido sus relaciones con la gobernación de Georgia a pesar de las críticas de parte de sus trabajadores y varios de sus actores por sus restricciones al aborto, y el motivo es básicamente las ventajas fiscales que pueden conseguir por filmar películas en el estado. Es una decisión económica, que apunta a las prioridades de un ejecutivo que ha salvado a la empresa del ratón un par de veces debido a su disposición a tomar este tipo de decisiones. 

DISNEY CUENTA CON SUS ESTRENOS PARA ENFRENTAR ESTAS SITUACIONES

Pero a diferencia del año pasado, en la que la empresa tuvo que sufrir un par de estrenos desastrosos en 2023. En cambio, este año han empezado con buen pie, aun si para ello han tenido que retrasar varios estrenos mientras se replantean la estructura del universo Marvel y han cancelado varios proyectos para la gran pantalla de Star Wars. 

Por tanto, los datos globales de ‘Del Revés 2’ y lo que se espera de la próxima ‘Deadpool y Wolverine’ pueden permitir que Disney respire y negocie con algo más de calma en este tipo de situaciones. Lo que hace un año era una empresa en situación de crisis puede volver a ser la pieza más importante del ecosistema de Hollywood. Será llamativo ver que ocurre con el futuro inmediato.