¿Hasta dónde pueden llegar las empresas en su afán por captar nuevos clientes? En la era digital y las redes sociales, algunas compañías están explorando nuevas estrategias de marketing poco convencionales para destacar entre la competencia. La red social X (ex Twitter) de Elon Musk, se ha consolidado como un sitio ideal para experimentar nuevos enfoques comunicacionales.
Lidl, la reconocida cadena de supermercados alemana, ha logrado causar una gran sensación en X gracias a su contenido «gracioso» y sus ingeniosos juegos de palabras. Esta estrategia comunicacional, poco a poco, ha allanado el camino de Lidl para acceder a nuevos públicos. En este artículo, exploraremos cómo la cadena ha aprovechado la libertad creativa que brinda X para conectar con los consumidores de una manera natural, fresca y atrevida, desafiando a los manuales del marketing tradicional.
3¿Por qué es importante tener códigos propios?
En esta sociedad globalizada, aunque pueda parecer lo contrario, no todas las marcas son iguales. Las empresas no solo se diferencian por la calidad de sus productos, sino también por la impronta y la identidad que logran generar en sus consumidores. Si bien es habitual ver estrategias comunicacionales enfocadas en crear códigos distintivos en firmas de ropa o perfumes, resulta innovador observar este enfoque en una cadena de supermercados. Para Lidl, construir códigos propios parece ser el objetivo primordial en estos momentos.
Pero, ¿cuándo podrá considerarse que Lidl ha «ganado» esta batalla por la diferenciación? La respuesta es ambigua. Lidl habrá triunfado cuando sus códigos distintivos ya no se perciban como una impronta externa, sino que se hayan internalizado de forma natural en los consumidores. Al igual que con el poder, la búsqueda de Lidl está orientada a formar parte de la vida diaria de sus clientes, no solo en sus alacenas, sino también en su lenguaje y hábitos. El desembarco en la red social X podría ser el primer paso para que Lidl se consolide como uno de los supermercados más atractivos del país, no por sus precios, sino por su cultura diferenciada.