La justicia española a veces se enfrenta a casos complejos donde la retractación de la víctima y la dependencia afectiva parecen ser factores clave. El reciente fallo del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) absolviendo a un hombre condenado por agresión sexual y amenazas contra su esposa es un claro ejemplo de ello.
En este caso, la mujer, después del juicio, envió una declaración manuscrita y firmada al abogado de la defensa, manifestando que su testimonio anterior «es algo que no pasó» y que fueron «celos míos y lo solté en un acto de confusión por mi medicación». Los magistrados del TSJA consideraron que esta retractación podría deberse a una «marcada dependencia afectiva de la denunciante respecto del acusado«, quien incluso había vuelto a vivir con él después de los hechos.
La Importancia de la Coherencia Testimonial
Los jueces del TSJA advierten de la evolución «oscilante, carente de coherencia y nada esclarecedora» del testimonio de la mujer, que además fue «contradicho por sus actos posteriores». Esto hizo que la Sala no pudiera confirmar la condena sobre «conjeturas o meros posibilismos en contra del reo».
En este sentido, se da por probado que hubo una relación sexual entre la pareja, pero no se acreditó que esta hubiera sido sin el consentimiento de la mujer. Tampoco se pudo probar que el hombre la hubiera amenazado de muerte o obligado a realizar el coito.
La Decisión Absolutoria y sus Implicaciones
Finalmente, el TSJA estimó el recurso del acusado y dictó sentencia absolutoria, aunque cabe la posibilidad de que esta decisión sea recurrida ante el Tribunal Supremo.
Este caso pone de relieve la complejidad de los asuntos relacionados con la violencia de género y la importancia de contar con pruebas sólidas que permitan acreditar los hechos de manera inequívoca. La retractación de la víctima y la dependencia afectiva en este tipo de situaciones son factores que los tribunales deben evaluar cuidadosamente para garantizar una administración de justicia justa y equilibrada.