Mañana Barcelona tendrá que enfrentar un día sin taxis. Así lo han anunciado varias organizaciones del sector tras decidir convocar a una huelga de 24 horas para demostrar cómo se sentiría realmente la Ciudad Condal sin los taxistas, es una decisión que responde a los comentarios de las VTC recientes, en particular Cabify, que realizó un acto de protesta frente a la estación de alta velocidad de Sants. Es una decisión radical que desde el sector consideran necesaria, pues nace no solo de los recientes argumentos de las plataformas de la nueva movilidad, sino también de sus problemas con los seguros o con las tarifas.
Es que, además de ser un sector que incluye a una serie de organizaciones especialmente belicosas, tienen motivos para sentirse abandonados. La realidad es que al encontrarse en un punto extraño de la transformación de la movilidad, donde funcionan como un transporte público dedicado a viajes particulares, y al que no se le ha dado la atención de otras piezas del sistema dentro del proceso de transformación. De hecho, uno de los problemas que el sector espera resolver es el precio del seguro para los nuevos coches eléctricos, o el tiempo que tardan las inspecciones antes de entrar en funcionamiento.
Lo que es llamativo es que ocurra en Barcelona, donde las VTC ya sufren para poder operar. Es algo que recordaban precisamente desde el unicornio español cuando se presentaron frente a Sants, y que siguen señalando cuando se revisan los reglamentos en Barcelona. Dado que cada una de las Comunidades Autónomas tiene derecho a tomar sus decisiones sobre la nueva movilidad, lo que hace que la situación de Cataluña sea un problema particular para estas empresas, pues realmente hay una decisión política detrás.
Pero también es cierto que si quieren mantener la situación a su favor, los taxistas deben mantenerse en movimiento. Dado que la Unión Europea no permite seguir aplicando controles sobre las VTC solo para proteger al taxi, aunque sí permite hacerlo para evitar problemas de tráfico o contaminación, por lo que los argumentos del sector deben cambiar en ese punto, además de preocuparse más por la facilidad de sus operaciones, como en efecto lo han hecho en los últimos meses y en los últimos llamados a protestar.
BARCELONA Y MADRID CARAS OPUESTAS PERO AMBAS CON PROBLEMAS PARA LAS VTC
La realidad es que la situación en Madrid en este momento también es delicada para las VTC. Si bien la ciudad ha hecho lo posible para permitir la entrada de operadoras como Cabify, Uber o Bolt también pasan por una crisis, no solo por el prometido reglamento que espera controlar los precios de la controvertida tarifa dinámica en la capital sino por el choque entre los sindicatos que representan a sus conductores por el nuevo convenio, una situación que no han enfrentado los taxistas que siempre han sabido a presentar un frente unido.
El volver a tener un blanco en la espalda en la Ciudad Condal no es una buena noticia. Son demasiados problemas que resolver al mismo tiempo, y aunque era de esperarse que desde el sector taxi los sigan viendo como enemigos, la realidad es que estos problemas amenazan cientos de trabajadores. También es fácil entender el juego de los taxis, sobre todo en una ciudad donde a pesar de las prohibiciones se siguen viendo vehículos de algunas de estas operadoras en la calle.
De hecho, será llamativo ver cómo reaccionan los usuarios a una huelga cuando no hay suficientes VTC en la ciudad. Es cierto que la idea de la medida es que los usuarios noten esta ausencia, pero en la práctica este tipo de medidas siempre son delicadas de cara al público.
EL FUTURO DE LA MOVILIDAD EN JUEGO PARA LOS TAXIS
La realidad es que es complicado saber cómo resultará la situación de los taxis y las VTC en las dos grandes ciudades españolas, pero también es evidentemente que su choque sigue siendo permanente entre ambas, y que se dificulta que exista algún puente. Incluso con los conductores de las plataformas como Cabify, Uber o Bolt, compartiendo problemas con los taxistas, como el caso de los seguros, la gasolina o las tarifas.
Pero mientras los dos bandos siguen viéndose como enemigos, es evidente que seguiremos viendo protestas de este tipo, en particular del sector taxi. Es que mientras más situaciones de este tipo existan, más de estas protestas seguirán existiendo, y en un país donde el turismo es tan importante que el transporte pare o cierre las ciudades puede ser un problema, sobre todo en las próximas fechas del verano.