En el mundo del deporte, los escándalos siempre captan la atención de los medios y el público. El caso del expresidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Luis Rubiales, y su polémico beso a la jugadora Jenni Hermoso después de la consecución del Mundial de Fútbol Femenino, ha generado una gran controversia que ha trascendido más allá de los límites del deporte. Este artículo profundizará en los detalles de este caso, analizando las implicaciones legales y las repercusiones que ha tenido en el ámbito deportivo y social.
Además, se examinará el papel de otros miembros de la cúpula directiva de la selección, como el exseleccionador Jorge Vilda y el exdirector deportivo Albert Luque, quienes fueron procesados por su presunta participación en las supuestas coacciones a la jugadora y su entorno tras el beso. Este caso pone de manifiesto la importancia de la ética y la integridad en el deporte, y servirá como una lección para que situaciones similares no vuelvan a ocurrir en el futuro.
La Audiencia Nacional Juzgará a Luis Rubiales por el Beso a Jenni Hermoso
La Audiencia Nacional será la encargada de juzgar a Luis Rubiales por el beso que le propinó a la jugadora Jenni Hermoso tras la consecución del Mundial de Fútbol Femenino celebrado en Sídney (Australia). Según consta en una diligencia de ordenación recogida por Europa Press, el juicio se llevará a cabo entre el 3 y el 19 de febrero de 2025.
La Fiscalía de la Audiencia Nacional ha solicitado para Rubiales una pena de 2 años y 6 meses por un delito de agresión sexual y por un delito de coacciones en concepto de autor. El juez instructor, Francisco de Jorge, consideró que el beso que Rubiales le propinó a Hermoso «no fue consentido» y que el exdirigente actuó de forma «unilateral y sorpresiva«.
Además de Rubiales, también serán juzgados el exseleccionador femenino Jorge Vilda, el exdirector deportivo de la selección Albert Luque y el exresponsable de Marketing Rubén Rivera. Estos tres últimos fueron procesados por su posible participación en las supuestas coacciones a la jugadora y su entorno tras el beso.
Las Presiones y Coacciones a Jenni Hermoso
Según el relato del juez instructor, tras el beso, Rubiales y su círculo próximo intentaron presionar a Hermoso para que públicamente manifestase que el beso había sido consentido. Incluso, en el vuelo de regreso a España, Rubiales habría tratado de conseguir que Hermoso accediese a hacer una manifestación pública con él para decir que el beso había sido consentido, a lo que la jugadora se negó.
Posteriormente, el exseleccionador femenino Jorge Vilda habría buscado en el avión al hermano de Hermoso y le habría advertido de que, si su hermana no accedía a participar en el video, su negativa tendría consecuencias negativas para ella y experimentaría perjuicios en su carrera profesional como futbolista.
Una vez en España, y por encargo de Rubiales, Rubén Rivera, responsable de marketing de la Federación, pidió de manera reiterada y persistente a Hermoso que hablase por teléfono con el responsable de integridad de la entidad, insistiendo en que debía participar en el video exculpando a Rubiales. Sin embargo, la deportista se negó rotundamente a hablar de este tema.
El Beso y la Reacción de Jenni Hermoso
En su auto de paso a procedimiento abreviado, el juez Francisco de Jorge hizo un relato detallado de los hechos ocurridos el 20 de agosto de 2023 en Sídney, durante la entrega de medallas a las jugadoras de la selección española. En ese momento, Rubiales sujetó la cabeza de Hermoso con ambas manos, a la altura de los oídos, y de manera sorpresiva e inesperada, le propinó un beso en los labios, sin que la jugadora se apercibiera de la intención del querellado de besarla ni diera su consentimiento.
Hermoso, desconcertada y sorprendida por el inesperado beso en los labios, no tuvo tiempo de reaccionar. En un primer momento, la jugadora trató de restarle importancia y continuar celebrando el histórico triunfo de la Selección. Sin embargo, conforme iban pasando las horas, la euforia del triunfo fue dando paso al malestar y al sentimiento de haber sido ofendida por la acción, malestar que fue en aumento ante las presiones de Rubiales y de su círculo próximo.
El juez concluía su auto aseverando que «las presiones a las que se sometió a la jugadora crearon en Hermoso una situación de ansiedad e intenso estrés». Este caso pone de manifiesto la importancia de la ética y la integridad en el deporte, y servirá como una lección para que situaciones similares no vuelvan a ocurrir en el futuro.