Stellantis ha confirmado que mantendrá sus previsiones financieras para 2024 y tiene previsto abonar a los accionistas al menos 7.700 millones de euros a través de dividendos y recompras este año. La compañía, cuarto fabricante de vehículos a nivel mundial, ha comunicado esta decisión en un comunicado emitido recientemente.
Incremento del dividendo y ‘pay out’ del 30%
La empresa tiene la intención de aumentar el dividendo para el ejercicio siguiente, lo que resultará en un ‘pay out’ de hasta el 30%. Este porcentaje se sitúa en la parte alta de la horquilla que se había planteado inicialmente, superando así el 25% distribuido en los últimos años.
Según Stellantis, seguirá empleando las recompras de acciones y los dividendos ordinarios para devolver el exceso de efectivo a los accionistas. Para comunicar de manera más detallada estas decisiones financieras, la compañía tiene previsto llevar a cabo una reunión con inversores en Michigan, Estados Unidos.
Confirmación de previsiones y desafíos en el mercado
Por otra parte, el grupo ha ratificado sus previsiones para el año en curso, lo que incluye un margen de ingresos operativos ajustado de hasta el 11% para el primer semestre. También se espera que los «flujos de caja libres industriales sean visiblemente inferiores a los del año anterior».
Las acciones de Stellantis han experimentado un descenso del 2,5% al inicio de la sesión bursátil de este día en la Bolsa de Valores de Milán, cotizando por debajo de los 19,70 euros por título. Desde enero, la capitalización del grupo automovilístico ha disminuido un 7%.
Desafíos con los proveedores y la paralización de inversiones
La guía financiera presentada por Stellantis coincide con tensiones con sus proveedores, con quienes la compañía está dispuesta a prescindir a fin de evitar un aumento descontrolado de costos. El CEO, Carlos Tavares, ha expresado su disposición a internalizar la producción de ciertas piezas de vehículos eléctricos en caso de que los proveedores no cumplan con los plazos establecidos.
La semana pasada, Stellantis y Mercedes-Benz decidieron detener la construcción de sus plantas de baterías para vehículos eléctricos en Alemania, esperando así revisar su modelo de negocio debido a la desaceleración de las ventas. La ‘joint venture’ Automotive Cells Company, respaldada por Stellantis, Mercedes-Benz y TotalEnergies, está reajustando su estrategia en Kaiserslauter, donde produce baterías de litio de bajo coste.