Hacendado, Buitoni, Casa Tarradellas… ¿Cuáles son las mejores pizzas de supermercado según la OCU?

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Las pizzas de supermercado son una opción popular para aquellos que buscan una comida rápida y fácil. Sin embargo, según un reciente estudio de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), la mayoría de estas pizzas no cumplen con los estándares saludables recomendados. De las 118 pizzas refrigeradas y congeladas analizadas, tres de cada cuatro suspenden en la Escala Saludable de OCU debido a su alto contenido en sal, grasas saturadas y aditivos. Solo las pizzas vegetales han logrado obtener una calificación aceptable, destacándose por su menor contenido de sal y aditivos. En este artículo te contaremos cuáles son las mejores y peores pizzas de supermercado, según la OCU. ¡No te lo puerdas!

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Un panorama desolador: La composición nutricional de las pizzas

Un panorama desolador: La composición nutricional de las pizzas

El estudio de la OCU se centró en analizar la composición nutricional de las pizzas, prestando especial atención a los niveles de grasas saturadas, azúcares y sal, así como al grado de procesamiento y la cantidad de aditivos presentes. Los resultados revelaron que muchas pizzas de supermercado contienen ingredientes que pueden ser perjudiciales para la salud si se consumen en exceso.

Uno de los hallazgos más preocupantes del estudio de la OCU es el alto contenido de sal en las pizzas. Una ración de 200 gramos, que es la cantidad habitual para un adulto, contiene de media el 50% de la sal diaria recomendada. Esta cantidad es alarmante y puede contribuir a problemas de salud como la hipertensión. Además, las pizzas también son bastante calóricas, con un promedio de 476 kcal por cada 200 gramos, y contienen un exceso de grasas saturadas, alcanzando un 4,2% de media, por encima del límite recomendado del 3,5%.

Otro problema significativo identificado por la OCU es el elevado grado de procesamiento de estas pizzas. No es raro encontrar productos con 10 o más aditivos, y algunas contienen hasta 17. Estos aditivos, que incluyen colorantes, espesantes y gelificantes, son a menudo innecesarios y pueden tener efectos negativos en la salud a largo plazo. El uso de tantos aditivos refleja una alta dependencia de ingredientes artificiales para mejorar el sabor y la textura de las pizzas, en lugar de utilizar ingredientes naturales y frescos.

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