Jaime del Burgo lleva semanas en el foco mediático; y es que, el supuesto examante de Letizia, causó revuelo con las confesiones sobre la supuesta infidelidad, pero también por su señalamiento hacia Felipe VI en días recientes y por convertirse en una imagen que hace sombra a los padres de Leonor.
Los ataques de del Burgo están lejos de terminar, y aunque en Casa Real han decidido hacer oídos sordos a sus señalamientos, lo cierto es que la situación se torna cada vez más incómoda.
5Más allá de Letizia, ¿cómo puede afectar a Leonor cada una de las acciones de Jaime del Burgo?
Mientras las aguas continúan agitadas en torno a la Casa Real, la princesa Leonor continúa su preparación en la Academia Militar y avanza en su formación para ser la futura reina de España. Si bien, los problemas personales y supuestas infidelidades de su madre, no deberían opacarla, algo está claro, la amenaza no es contra Felipe VI o Letizia en particular, sino sobre toda la familia real.
Las declaraciones de del Burgo, su actitud antimonárquica y su forma de enfrentar a Zarzuela sin ningún límite en sus declaraciones, representa un peligro para la estabilidad de la familia real y el futuro de Leonor como heredera al trono. Según ha expresado del Burgo en una de sus declaraciones: «Una de mis conversaciones con Felipe hace ya algunos años: Felipe: ¿Y qué crees que debería hacer? Yo: Ser generoso. —¿Generoso? —Sí, que al jefe del Estado puedan elegirlo los españoles. Desproveer a la monarquía de su poder real, el que tú y yo sabemos que existe, ese que no ve la gente. Ya tenéis todo el dinero del mundo, ¿qué más queréis? Cuando le enfrenté a las miserias del padre, me respondió: —¿Sabes? Lo que la Constitución no nos prohíbe expresamente, nos está permitido. Esta es una de las mayores aberraciones que he escuchado en mi vida. Y la practican a pies juntillas”.
Jaime del Burgo ha puesto énfasis: «Si España quiere prosperar, lo primero que debe hacer es desfajarse de esta familia y de sus hábitos corruptos hereditarios”. Desde Casa Real el silencio se mantiene, mientras que, a la par, disminuyen el protagonismo de la reina consorte; todo parece indicar que están dispuestos a permitir que se siga manchando el nombre de la esposa de Felipe VI mientras buscan defender a capa y espada a Leonor y su futuro como reina.
