Aunque la música en vivo apunta a ser el corazón económico de la industria en los próximos años, no todos los proyectos están hechos iguales, y sin duda es fácil ver errores en algunas propuestas como el paso de los míticos Pearl Jam por España este año. La banda responsable de ‘Do The Evolution’ y ‘Jeremy’ originalmente anunció que estaría presente en el Mad Cool de Madrid, donde tocará el próximo jueves 11 de julio. Pero tras varias semanas en el cartel se anunció que el grupo tocaría solo unos días antes, el 6 y el 8 de julio, en el Palau Sant Jordi.
Sumado a la diferencia de precios entre ambos eventos, un día de Mad Cool cuesta 80 euros y el bono completo cuesta 200 euros contra los más de 100 euros que cuestan las entradas restantes del evento en Barcelona. De hecho, la promotora, Live Nation, ha tirado de su acuerdo con el banco Santander para ofrecer descuentos y promociones para intentar terminar de vender las entradas restantes antes del día del evento.
No es un problema relacionado con el género musical, a pesar de los problemas para agotar los dos conciertos de Pearl Jam otros artistas de rock clásico como Bruce Springsteen, Queens of the Stone Age, Green Day o Maná han sabido agotar recintos más grandes o más pequeños, pero cumpliendo las expectativas de la promotora, de hecho The Boss tuve que abrir varias fechas extra para cubrir la demanda, por lo que parece más bien un problema de organización.
Es que el anuncio de que el grupo liderado por Eddie Vedder no sólo tendría más fechas en España, sino que las haría tan cerca de su paso por el Mad Cool, fueron una sorpresa mayúscula. Todo apunta que las ventas de un evento canibalizan las del otro, teniendo el festival la ventaja de que hay muchos más artistas presentes en el evento, no parece que a la mayoría de los fanáticos del grupo de Seattle les haya costado tomar la decisión. Pero lo cierto es que es otro motivo de alarma para una Live Nation en situación de crisis desde hace mucho.
En cualquier caso, es una lección importante. Incluso en un momento en el que se habla del crecimiento de la música en vivo como industria, y en el que artistas como Taylor Swift o Los Rolling Stones presentan giras millonarias, hay riesgos si no se toman bien las decisiones. Pero en este caso parece un error no forzado de parte de Live Nation que si bien produjo el concierto en la Razzmatazz de The Killers este año ha alejado a las grandes apuestas de los festivales de las tarimas para evitar este tipo de situaciones. Es que ni Dua Lipa, ni Smashing Pumpkins, ni Manëskin tienen conciertos de estadio pensados para este año en el país.
LA HISTÓRICA EXIGENCIA DE EXCLUSIVIDAD
Esto último es especialmente llamativo por lo típico que son las exigencias de exclusividad en estos procesos de Booking. Es una realidad histórica de los festivales, que es lo que explica por qué usualmente las cabezas de cartel del Mad Cool no repiten en el Primavera Sound o viceversa, y por qué los artistas con giras de estadios en España no se pasan por festivales. Si bien hubo excepciones los años de la pandemia, y no es tan raro que algún artista que pasa por el BBK de Bilbao pase también por Madrid o Barcelona, en las dos grandes ciudades del país sigue sin ser algo común.
El motivo es lo que estamos viendo con los autores de ‘Black’ y ‘Alive’. Es complicado con grupos de cualquier tamaño que alguien se desembolse el costo de verlos varias veces y se suma lo altos que resultaron los precios de estos conciertos en Barcelona, que en algunas secciones del Palau de la música podían alcanzar los 400 euros. Tampoco ayuda demasiado a la imagen de una banda que, en su momento, protestó contra la existencia de Ticketmaster precisamente por sobre inflar los precios, aunque si como es usual ya cobraron su caché puede ser que hasta vean la ironía en la situación.
¿HAY OTROS CONCIERTOS EN SITUACIÓN PARECIDA A PEARL JAM?
De momento no se puede ver la situación de los de Seattle como parte de un patrón. Por el momento en España los grandes artistas de todos los géneros siguen vendiendo entradas a buen ritmo. De hecho, mientras que en Estados Unidos, la advertencia sobre la venta de entradas de los festivales, con eventos como Coachella siendo incapaces de colgar su cartel de Sold Out, en tierras ibéricas mantienen su buena salud, con un par de nuevos festivales naciendo este año.
Pero no deja de ser un aviso importante. Aunque todavía hay algo de efecto rebote por la pandemia, sigue siendo posible que un evento se quede a media capacidad, sobre todo para un artista de nicho como, a pesar de su importancia, lo siguen siendo las bandas de grunge como Pearl Jam.