La reciente imposición de aranceles a la importación de vehículos eléctricos chinos a la Unión Europea ha desencadenado una fuerte respuesta por parte del Gobierno chino. Calificando este hecho como un «caso típico de proteccionismo«, China ha advertido que tomará las medidas necesarias para salvaguardar sus derechos e intereses legítimos.
En una conferencia de prensa, el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino, Lin Jian, instó a la UE a «cumplir el compromiso» de apoyar el libre comercio y oponerse al proteccionismo. Asimismo, destacó la importancia de que la UE y China trabajen juntas para «salvaguardar la cooperación económica y comercial general» entre ambas partes.
El Impacto de los Aranceles en los Fabricantes Chinos
Estos aranceles, que van desde el 17,4% para el fabricante BYD, hasta el 38,1% para SAIC, pasando por un 20% para Geely, han afectado severamente a las exportaciones de vehículos eléctricos chinos a la Unión Europea. En el último año, China logró duplicar su cuota de mercado en la UE, alcanzando el 8% de las ventas totales.
La Escalada de Tensiones entre China y la UE
Cabe destacar que estos fabricantes chinos también se verán afectados por otras medidas proteccionistas adoptadas recientemente. Por ejemplo, Turquía anunció el incremento de un 40% a los aranceles para intentar frenar los intercambios comerciales y reducir su déficit por cuenta corriente. Asimismo, Estados Unidos aplicará la subida de aranceles del 25% al 100% para la importación de vehículos eléctricos chinos a partir del próximo 1 de agosto.
La Respuesta de China y la Necesidad de Cooperación
Ante estas medidas proteccionistas, el Gobierno chino ha criticado las quejas de la Unión Europea sobre los subsidios gubernamentales a sus automovilísticas y el exceso de capacidad del sector del automóvil. Un representante del Ministerio de Comercio chino, Ding Weishun, ha señalado que algunas empresas chinas eligen «construir fábricas en Europa», lo que demuestra las «ventajas complementarias y el beneficio mutuo de la cooperación entre China y Europa.
En este contexto de tensiones comerciales, es fundamental que la UE y China trabajen juntas para encontrar soluciones que permitan mantener una cooperación económica y comercial sólida. Solo a través del diálogo, la apertura y el compromiso mutuo podrán evitarse escaladas perjudiciales para ambas partes.