Si lees esto entre series de burpees y batidos, has llegado al lugar correcto porque ahora te espera un bizcocho de ensueño. En este caso te enseñaremos a preparar un bizcocho proteico que te hará sentir que estás disfrutando de un postre tradicional y no de una triste barra de cereales. Como verás, podrás seguir disfrutando de tus músculos, cuerpo tonificado y demás pese a comerlo.
Esto no requiere demasiado tiempo de preparación, por lo que en lo que te ahorres podrás seguir entrenando como gustes. Recuerda que lo más importante de esta receta es que aportará una gran cantidad de proteínas, las que son trascendentales para la actividad física. Ahora que lo tienes en claro, deja por un momento la mancuerna y toma nota.
Todo lo que necesitas para hacer este bizcocho tan rico
En una lista de papel o anotados en tu teléfono móvil, deberás ir a la tienda (y si quieres, corriendo) en búsqueda de algunos elementos básicos para hacer este bizcocho. Serían en total 4 claras de huevo, 1 taza de avena molida, 1 plátano maduro, 1 medida de proteína en polvo, 2 cucharadas de yogur griego, 1 cucharada de polvo de hornear, Stevia a gusto y 1 pizca de sal. Con todo esto, ahora puedes avanzar.
Recuerda que incluso cuando estás cuidando tu cuerpo, es importante permitirte pequeños caprichos. Este bizcocho proteico será tu mejor aliado para satisfacer tus antojos mientras te mantienes en forma. Lo que ocurre de manera habitual es que las dietas cansan, aburren y son dejadas atrás, por lo que estos «permitidos» son, en la medida justa, muy buenos que mantendrán un equilibrio.
Prepara tu bizcocho para comerlo solo o en familia
Primero calienta el horno a 180 grados, para luego batir las claras de los huevos. Eso significa hasta que Ahora descarga todo tu estrés laboral en el plátano hasta que esté bien aplastado. Mezcla todos los ingredientes secos en un bol: avena molida, proteína en polvo, polvo de hornear y sal. Con todo esto ya habrás dado un paso clave. Añade el plátano aplastado, el yogur y las claras batidas.
Luego agrega el Stevia y vierte la mezcla en un molde, lo cual será mejor si es de silicona, así no se pegará nada. Hornea unos 25 o 30 minutos y mientras tanto, aprovecha para preparar a los comensales. Saca el bizcocho del horno, déjalo enfriar un poco y ¡disfruta! Verás que cada bocado es una explosión de sabor y energía, el postre perfecto para mantener tu dieta sin sacrificar el placer.
