Renfe ha dado la bienvenida a 308 nuevos empleados provenientes de las Fuerzas Armadas españolas. Estos militares, que se encontraban en sus últimos diez años de servicio, han sido seleccionados en tres convocatorias públicas lanzadas desde 2019.
Esta iniciativa forma parte del compromiso de la compañía ferroviaria con la inserción laboral y busca facilitar el regreso a la vida civil del personal de tropa y marinería, así como de los reservistas de especial disponibilidad.
Diversidad de perfiles y oportunidades de futuro
De los 308 nuevos trabajadores, 230 han sido contratados como operadores comerciales de ingresos, mientras que los 78 restantes desempeñan funciones de operadores de ingreso de ingeniería y mantenimiento.
¿Qué significa esto? Que Renfe ha apostado por la experiencia y la formación adquirida por estos profesionales durante su tiempo en las Fuerzas Armadas, reconociendo su valía en áreas clave para el correcto funcionamiento de la empresa.
Un proceso de selección transparente y riguroso
Renfe, en línea con las convocatorias anteriores, ha llevado a cabo estas contrataciones siguiendo las directrices marcadas por la Comisión de Defensa del Congreso de los Diputados.
¿En qué se traduce esto? En un proceso de selección transparente y riguroso donde se ha valorado la trayectoria profesional de los candidatos. Los aspirantes han tenido que presentar una certificación emitida por el Ministerio de Defensa que acredite su historial de formación, así como un certificado oficial que demuestre su nivel en el idioma requerido para el puesto.
Beneficios para Renfe y para la sociedad
La incorporación de estos 308 profesionales supone una inyección de talento para Renfe. Los militares aportan una serie de habilidades y competencias muy valoradas en el ámbito laboral, como la disciplina, la capacidad de trabajo en equipo, la orientación a resultados o la gestión de situaciones de estrés.
Por otro lado, esta iniciativa tiene un impacto positivo en la sociedad, ya que facilita la reinserción laboral de un colectivo que, en ocasiones, encuentra dificultades a la hora de acceder al mercado de trabajo tras su paso por las Fuerzas Armadas.
En definitiva, la apuesta de Renfe por la integración de militares en su plantilla es una estrategia beneficiosa tanto para la empresa como para el conjunto de la sociedad.