En España, las torrijas son un dulce típico que suele comerse en Cuaresma y Semana Santa, pero que también pueden estar en la mesa durante cualquier época. Además, puedes elaborar estas delicias de diferentes maneras, como la variante con chocolate que te mostramos más adelante. Esta receta tan rica es muy parecida a la tradicional, solo que vamos a darles un toque muy especial al añadir chocolate para la decoración.
Por su parte, lo mejor de todo es que puedes utilizar el que más te guste: negro, blanco, con leche…. Tus torrijas quedarán más deliciosas y apetecibles, solo debes animarte a algo nuevo que también amarán los más chicos. Solo tienes que preparar los ingredientes que te diremos y prestar atención a los pasos para hacer esta sencilla receta. Verás como los invitados no podrán dejar de comerlas.
Unas deliciosas torrijas de chocolate que amarán los peques
Para llevar adelante esta deliciosa receta, deberás reunir algunos ingredientes fundamentales. Primero deberás tener pan del día anterior, preferiblemente en rebanadas gruesas. Luego tienes que tener 1 litro de leche, 4 cucharadas de azúcar, 1 ramita de canela, ralladura de un limón, 3 huevos y aceite de girasol para freír Chocolate (negro, blanco o con leche) para decorar las torrijas.
Luego deberás calentar la leche en una cacerola a fuego medio junto con el azúcar, la rama de canela y la ralladura de limón. Remueve de forma constante para que el azúcar se disuelva bien. Una vez comience que empiece a hervir, retira del fuego y deja que se enfríe a temperatura ambiente. Mientras la leche se enfría, corta el pan en rebanadas gruesas de aproximadamente 2 cm y chequea de que sean del día anterior, para que absorban mejor la leche.
Los pasos finales para disfrutar de estas ricas torrijas
Ahora para que las torrijas tomen forma toca empapar el pan. Pon las rebanadas en una fuente grande y vierte la leche sobre ellas. Deja que los panes reposen durante unos minutos para que absorba toda la leche, volteándolas de a poco para asegurar que se empapen bien. Después bate los huevos en un bol aparte y calienta una sartén con abundante aceite de girasol, sin poner demasiado.
Después pasa cada rebanada de pan empapado por el huevo batido y fríelas en el aceite caliente, hasta que se doren por ambos lados. Coloca las torrijas sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite y el toque final: Mientras aún están calientes, derrite el chocolate de tu elección con ayuda de una manga pastelera o una cuchara, decorando las torrijas con hilos de chocolate. Deja que este se enfríe y solidifique antes de servir. Verás cómo los comensales se chupan los dedos.