A pesar de la molestia permanente por el Mad Cool en la alcaldía de Getafe, y los comentarios de la delegación de Madrid, lo cierto es que no es el único festival que se realiza en la zona, o cerca de ella, y que tiene un efecto tanto en movilidad como en los vecinos de la zona, con la Coca Cola Music Experience programada en el recinto John Lennon para el 13 y 14 de septiembre. Tras años de inactividad, este año el espacio debía volver a funcionar a través del Air Music Festival a principios del mes de mayo, pero se tuvo que cancelar una semana antes del evento.
«Desafortunadamente, nos hemos encontrado con una serie de desafíos logísticos y técnicos que, a pesar de nuestros mejores esfuerzos, no hemos podido resolver a tiempo. La calidad y la seguridad de nuestro evento son nuestras principales prioridades, y en este momento, no podemos garantizar la experiencia excepcional que nos esforzamos por ofrecer a nuestra comunidad», se lee en el comunicado compartido por la promotora del festival.
Es que el espacio nunca ha sido demasiado apreciado. El antiguo Electric Festival de 2008, uno de los primeros intentos de que se instalará un festival de gran envergadura en Madrid, solo tuvo una edición por lo complicado que era manejar el espacio, incluso a pesar de un cartel de lujo para los amantes de rock y el metal encabezado por Metallica, Iggy Pop y Rage Against the Machine. Ya en las crónicas de la época se habla de un espacio «improvisado» y en el que fue difícil resolver los problemas de sonido, lo mismo en 2012 con el Sonisphere en el que se pueden sumar los problemas de aparcamiento.
Sumado a los esperados problemas de movilidad, a diferencia del recinto, Iberdrola Music, conocido como espacio Mad Cool, no tiene una estación de metro cercana, aunque tenga Cercanías y Autobuses, y a la presencia de vecinos es llamativo que desde Getafe no se hayan organizado protestas por el espacio y por el próximo evento. Lo que reduce las quejas de la alcaldía, aunque no las de los vecinos de Villaverde, a un problema más político que práctico.
UN EVENTO CON CAPACIDAD DE MUDARSE A DIFERENCIA DEL MAD COOL
Pero si algo demostró la Coca Cola Music Experience en su edición del año pasado es su capacidad para mudarse en caso de que el espacio de problemas. El año pasado, cuando el evento se iba a realizar en teoría en el espacio de Villaverde, vieron los problemas que tuvieron el propio Mad Cool o el concierto de Harry Styles y se mudaron al espacio más manejable de los estacionamientos de la caja mágica. Por tanto, es fácil pensar que tengan un plan B en caso de cancelación o de problemas con el nuevo espacio.
La duda es a donde. El evento suele recibir a unos 50.000 asistentes, algo complicado de reubicar a pesar de los deseos del evento en caso de una decisión de último momento. En cualquier caso, es algo a tener en cuenta dados los problemas históricos del recinto de Getafe, que no son tan diferentes a los del espacio de Villaverde.
UN FESTIVAL EN CLAVE DE POP ESPAÑOL
Más allá de los problemas puntuales de la producción en el descampado que lleva el nombre del Beatle al menos la Coca Cola Music Experience sigue ocupando un espacio propio en el calendario de festivales. Además de ser, junto al Jardín de las Delicias en la Universidad Complutense y el nuevo Kalorama en Ifema, uno de los festivales del mes de septiembre que despide el verano, es uno de los pocos dedicados al pop actual en español como principal estrategia para convocar asistentes.
En el caso de la Coca Cola Music Experience, las primeras cabezas de cartel confirmadas son nombres como Manuel Turizo, Chanel, Rauw Alejandro y la banda Niña Polaca. Es otra diferencia con el propio Mad Cool, la apuesta por voces que canten en español en lugar de artistas anglosajones como las grandes cabezas de cartel.
LA COMPLICADA BÚSQUEDA DE UN RECINTO EN MADRID
La realidad es que ubicar un recinto para grandes festivales en Madrid sigue siendo un reto en la capital. Para una ciudad que está haciendo el esfuerzo de sumar grandes eventos, tanto culturales como deportivos, es evidente que el deseo es que eventos como el Mad Cool se lleven a cabo con frecuencia, y que probablemente sí no hubiese la división actual entre los gobiernos de la capital y el nacional ya habría un acuerdo para el plan de movilidad.
