La Policía Nacional, en una operación conjunta con agentes británicos de la National Crime Agency (NCA) y la Regional Organised Crime Unit (ROCU), ha logrado desmantelar una red criminal que operaba en Reino Unido y tenía su base de operaciones en España. La organización se dedicaba a la explotación sexual de mujeres vulnerables procedentes de diversos países europeos.
En total, se llevaron a cabo 20 detenciones, dos en Madrid y 18 en Reino Unido, relacionadas con delitos que van desde trata de seres humanos y blanqueo de capitales hasta pertenencia a organización criminal. Durante los arrestos, se efectuaron cuatro registros donde se incautaron más de 4.000 euros en efectivo, dispositivos electrónicos, joyas y documentación relevante para la investigación.
Estrategias de la organización y operación policial
Los responsables de la red reclutaban a mujeres en distintos países europeos para luego explotarlas sexualmente en Reino Unido, obteniendo considerables beneficios económicos. Desde España, el cabecilla y su familia dirigían las actividades de prostitución y coordinaban los pagos a distancia. La organización trasladaba los beneficios fuera de Reino Unido, haciendo transferencias a cuentas en territorio español.
La estrategia de captación de víctimas se centraba en personas vulnerables, muchas de ellas con adicciones, a quienes forzaban a realizar servicios sexuales sin protección, coaccionándolas y amenazándolas continuamente. Incluso llegaron al extremo de presionar a una mujer embarazada para que abortara y pudiera seguir siendo explotada sexualmente.
La investigación se puso en marcha tras la detección de una red que operaba como agencia de acompañamiento en Reino Unido, pero cuyos líderes residían en España. Los beneficios obtenidos de las actividades ilegales eran utilizados para adquirir propiedades inmobiliarias en territorio español.