Desde que Juan Carlos I se trasladó a Abu Dabi, son contadas las visitas que ha realizado a España; sin embargo, se ha dado a conocer que el emérito, anhela regresar a casa. Esa añoranza del padre de Felipe VI parece estar lejos de materializarse, y mientras se mantiene en compañía de su nieto Froilan, sus días transcurren también recibiendo una visita muy especial.
Mientras continúa viviendo en los Emiratos Árabes, el rey emérito suele recibir con frecuencia la visita de un par de amigos que le hacen la soledad más llevadera, y con quienes ha compartido algunas de sus intimidades, las cuales, por supuesto, han sido reveladas.
5Las profundas intimidades de Juan Carlos I que han sido reveladas
Se pudiese afirmar que ningún otro escritor ha llegado a ser tan cercano de Juan Carlos I como lo ha sido Laurence Debray; es por esta razón que no es de extrañar que la periodista y escritora francesa, conozca detalles íntimos del rey emérito; los cuales, por supuesto, ha llegado a revelar, siendo una de ellas la pasión que tiene el abuelo de la princesa Leonor, por el idioma francés, idioma que domina muy bien luego de estar en Suiza junto a su abuela paterna y, posteriormente, cursar estudios en un internado. Según ha revelado, el ex rey “sigue soñando en francés y, de esa infancia francófona, conserva también la costumbre de contar en este idioma”.
Además de expresar el amor del padre de Felipe VI por el idioma francés, Debray también ha contado otras intimidades del emérito, como su gusto por la buena comida, claro; aunque, eso sí, las lentejas, anchoas y buen jamón, sean sus favoritos. De hecho, Juan Carlos no come ni trufas ni setas debido a una mala experiencia en su juventud, cuando se intoxicó por degustar estos alimentos. Eso sí: “se pirra por las anchoas y el buen jamón, y que con el café suele tomar una onza de chocolate con leche”. El ex rey de España también disfruta ejercitarse, y aun a su avanzada edad, lo hace mientras disfruta de observar el mar y los olivos, los que tanto le recuerdan a su tierra natal.