Un equipo científico liderado por la Estación Biológica de Doñana (EBD-CSIC) ha llevado a cabo un estudio que analiza evidencias forenses para documentar una sorprendente interacción entre aves y hormigas en el Espacio Natural de Doñana, con un enfoque particular en el chotacabras cuellirrojo, un ave migratoria nocturna.
Descubrimiento de amputaciones misteriosas en aves migratorias
En la población de estudio, se observa frecuentemente a chotacabras que presentan amputaciones en uno o varios dedos de sus patas. Esta anomalía también se ha registrado en otras especies migratorias, pero la causa detrás de estas amputaciones era hasta ahora un enigma.
En 2015, se capturó a un chotacabras con graves lesiones en uno de sus dedos, revelando un hallazgo clave para la investigación. La amputación no era total, ya que el dedo aún estaba unido al resto del pie por una pequeña franja de piel. En la extremidad del dedo herido, se encontró un fragmento que parecía ser una mandíbula de hormiga, aunque debido al mal estado de los restos, no se pudo identificar con certeza.
La clave: una relación entre chotacabras y hormigas legionarias
Tras seis años de espera, el equipo científico tuvo la oportunidad de recopilar pruebas identificables de la causa detrás de estas misteriosas amputaciones. Encontraron la cabeza completa de una hormiga muerta, cuyas mandíbulas estaban incrustadas en la carne de uno de los dedos del chotacabras. Los expertos entregaron estos restos al mirmecólogo J. Manuel Vidal-Cordero, quien identificó las mandíbulas como pertenecientes a una hormiga legionaria del género Dorylus, conocidas por su agresividad y carácter nómada.
Las hormigas legionarias atacan en masa a cualquier criatura que se cruce en su camino, incluyendo a las aves que comparten territorio con ellas durante el invierno en el sur del Sáhara. Al regresar a Doñana en primavera para reproducirse, los chotacabras pueden sufrir encuentros fortuitos y desafortunados con estas agresivas hormigas. La potente mordedura de las hormigas legionarias puede ser tan persistente que las mandíbulas permanecen unidas a los dedos de las aves durante el largo viaje migratorio de vuelta a España, que abarca 3,500 kilómetros.
Impacto en las poblaciones de chotacabras y relevancia del estudio
Los resultados de esta investigación destacan la importancia de los programas de seguimiento a largo plazo para detectar y comprender procesos ecológicos poco comunes. Aunque solo el 1% de los individuos examinados en Doñana presentaban amputaciones, esta cifra podría subestimar el impacto real en las poblaciones de chotacabras.
Una mordedura de hormiga legionaria puede desencadenar una serie de complicaciones graves, como sangrados, isquemia, necrosis e infecciones bacterianas, que podrían llevar a la muerte de las aves antes de iniciar su viaje de retorno. Por lo tanto, el porcentaje observado en el estudio no refleja la totalidad de individuos afectados, lo que sugiere que la incidencia real podría ser significativamente mayor.
Colaboración y conclusión
Este estudio, realizado en colaboración con varias instituciones académicas y organizaciones como la Universidad Pablo de Olavide, la Universidad Autónoma de Madrid, Observation.org y SEO/BirdLife, ofrece una nueva perspectiva sobre las complejas interacciones entre especies en entornos naturales. La investigación no solo arroja luz sobre un fenómeno intrigante, sino que también destaca la importancia de proteger y comprender la biodiversidad en ecosistemas como el Espacio Natural de Doñana.
Con este análisis detallado de una inusual interacción entre aves migratorias y hormigas agresivas, se subraya la necesidad de seguir investigando y conservando la fauna silvestre para garantizar la supervivencia de especies en entornos cambiantes y desafiantes como el de Doñana. Este estudio pionero abre la puerta a nuevas investigaciones sobre las dinámicas de las poblaciones de aves migratorias y su interacción con otras especies en su hábitat natural.