La llegada de Kylian Mbappé al Real Madrid no solo supone una revolución en el ámbito deportivo, sino que también plantea el primer gran problema para la entidad blanca: la gestión de un vestuario repleto de estrellas. El delantero francés, cuyo traspaso ha sido uno de los más sonados en la última década, se perfila como la pieza clave en un potente once que promete hegemonía para el próximo lustro. Con Mbappé en sus filas, Carlo Ancelotti tiene a su disposición un abanico de posibilidades tácticas que pueden potenciar el ya formidable plantel merengue.
El técnico italiano deberá encontrar el equilibrio perfecto para integrar a Mbappé junto a figuras de la talla de Vinícius Jr., Rodrygo o Jude Bellingham , sin desestabilizar la armonía del grupo. Las variantes en el dibujo táctico de Ancelotti, que podrían incluir formaciones como el 4-3-3 o el 4-2-3-1, deberán adaptarse para explotar al máximo las cualidades del delantero francés, quien aporta velocidad, desequilibrio y una capacidad goleadora extraordinaria.
Así, la llegada de Mbappé no solo ilusiona a la afición madridista con la posibilidad de una nueva era dorada, sino que también plantea desafíos estratégicos y de gestión interna que serán cruciales para determinar el éxito del equipo en los próximos años.
5Un nuevo desafío
«Es difícil y nunca pensé que sería tan complicado anunciar esto, dejar mi país, Francia, la Ligue 1, un campeonato que siempre conocí, pero creo que necesitaba esto, un nuevo desafío después de siete años», añadió Mbappé.
Su paso por Francia deja un impresionante palmarés: siete títulos de la Ligue 1 (seis con el PSG y uno con el AS Monaco), cuatro Copas de Francia y tres Supercopas de Francia.
Con la camiseta del PSG, Mbappé anotó más de 250 goles, incluyendo 44 dianas en 48 partidos la pasada temporada.