Las auroras boreales, ese fenómeno lumínico que colorea el cielo nocturno en tonalidades vibrantes de verde, azul, rojo y violeta, no son un espectáculo exclusivo de las latitudes polares; aunque es cierto que su presencia es más habitual en zonas como Noruega, Finlandia o Islandia, próximamente también podrán ser observadas en algunos rincones de España.
Este inusual acontecimiento se debe a la intensa actividad solar que se espera para las próximas semanas, una serie de erupciones solares liberarán partículas cargadas que, al entrar en contacto con la atmósfera terrestre, generarán las auroras boreales.
7¿Por qué las auroras boreales son de diferentes colores?
Los colores de las auroras boreales, también conocidas como luces del norte, dependen de la altitud a la que se produce la interacción entre las partículas cargadas del Sol (viento solar) y los átomos y moléculas de la atmósfera terrestre.
Cada gas tiene una longitud de onda de luz específica que emite cuando es excitado por las partículas del viento solar.
El oxígeno es el responsable de los dos colores primarios de las auroras:
- Verde: Se produce a una altitud de entre 100 y 200 kilómetros, cuando las partículas del viento solar excitan átomos de oxígeno neutros, este es el color más común de las auroras boreales.
- Rojo: Se produce a una altitud de más de 200 kilómetros, cuando las partículas del viento solar excitan moléculas de oxígeno cargadas, este color es menos frecuente que el verde.
El nitrógeno produce la luz azul y violeta que se observa en las auroras boreales, principalmente a altitudes superiores a los 250 kilómetros, el color verde es el más común en las auroras boreales porque el oxígeno es el gas más abundante en la atmósfera terrestre a la altura donde se produce la interacción con las partículas del viento solar.
El color rojo es menos frecuente porque se produce a mayor altitud, donde hay menos oxígeno; los colores azul y violeta se producen por la interacción con el nitrógeno, la intensidad y la distribución de los colores en las auroras boreales pueden variar dependiendo de la actividad solar, la composición de la atmósfera y la altitud a la que se produce la interacción.