No podemos negar que los lácteos son deliciosos y están presentes en gran parte de nuestras comidas. La leche, todo tipo de quesos y yogures dicen presente en el desayuno, el almuerzo o la cena dependiendo el caso, pero cuando esto se combina con otros factores puede ser una clara señal de alerta. En este caso explicaremos qué es una disbiosis estomacal y cómo actúa.
Victoria Vaghini es una licenciada en nutrición y se hizo viral en la red social TikTok tras revelar lo que era un secreto a voces. «Si eres una persona que el cuerpo le pide mucho lácteos, azúcar y harinas, debes de inmediato hacerte estudios». Tras agregar que esto puede ser generado por hongos en el estómago, los internautas quedaron estupefactos al respecto: ¿Por qué sucede, se puede evitar?
¿Cómo afectan los lácteos en la rama de la disbiosis?
Ser adicto a los lácteos no es tan usual, si lo piensan detenidamente deberías utilizarlo en las cuatro comidas diarias e incluso como colación; pero existe. Esto sucede por la mencionada disbiosis intestinal, que es una alteración en los microbios de nuestro intestino. La misma puede generar inflamación, alergias, obesidad y hasta diferentes tipos de cáncer, pero no te desesperes porque hay solución.
Una vez que el profesional en cuestión o tú mismo detectas estos síntomas, lo más apropiado es hacerse una serie de estudios que efectivamente ayuden a determinar el diagnóstico. Tener alterada la microbiota intestinal supone un problema para nuestra salud, ya que nuestro sistema inmune se encontrará más débil, pero con una dieta más los medicamentos pertinentes, todo puede marchar mejor.
¿Cómo puedo reemplazar los lácteos?
Antes de curar se puede prevenir, y para hacerlo de manera correcta, sencillamente hay que mejorar nuestro estilo de vida. En primer lugar se debe tener presente que los lácteos contienen gran cantidad de grasa, por lo que debes optar por aquellos especiales que tienen nula presencia o bajo contenido. Luego, una diaria ingesta de frutas, verduras y nutrientes van a fortalecer tu sistema inmunológico, haciendo que estas bacterias no aparezcan complicando las cosas.
Por ejemplo, el aceite de oliva virgen extra consumido en crudo, el aguacate, las nueces y demás frutos secos crudos, así como las semillas de lino, sésamo o girasol te serán de gran ayuda sin importar la hora del día. ¿Quieres comer un delicioso queso acompañado de fiambres? ¡Hazlo! Pero que no sea algo recurrente y sin olvidar de beber agua, la cual es esencial para todo nuestro cuerpo.