Qué pasa si te comes la parte blanca del fuet

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La parte blanca del fuet es una capa que lo cubre y se conoce como «velo blanco». Esta capa no es harina, como algunos podrían pensar, sino que es un tipo de moho que protege al fuet y contribuye a su sabor y aroma.

Este delicioso embutido, que es consumido con muchísima frecuencia y de múltiples maneras, suele encontrarse presente en casi todos los hogares. ¿Disfrutas comerlo? Alguna vez te has preguntado ¿qué pasa si te comes la parte blanca? ¡Descúbrelo!

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Consejos para disfrutar al máximo de este embutido

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Lo primero que debes tener presente es elegir un fuet de calidad. Busca un fuet con un color rojo intenso y una textura firme pero no dura. La piel debe ser blanca y estar libre de manchas o moho. Existen diferentes tipos de fuet, como el fuet catalán, el fuet de Vic y el fuet ibérico. Cada uno tiene su propio sabor y aroma característicos.

Presta atención a la fecha de caducidad y a los ingredientes. Algunos contienen conservantes o nitratos, por lo que si prefieres evitarlos, busca un fuet natural. Este embutido se conserva mejor en un lugar fresco y seco, como la despensa o la nevera.

Al momento de consumirlo, recuerda que lo puedes comer con o sin piel. Si prefieres no comer la piel, simplemente pélala con un cuchillo afilado. Córtalo en diagonal, pues, esto ayuda a liberar mejor sus sabores y aromas; y no olvides servirlo a temperatura ambiente, ya que se disfruta mejor a temperatura ambiente. Sácalo de la nevera unos 30 minutos antes de servirlo.

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